Si eres un amante de la saga galáctica más conocida de todos los tiempos, seguramente te hayas sentido atraído por este artículo y las fulgurantes letras amarillas de imagen de portada. Sin embargo, querido lector, antes de empezar, quisiera apuntar un par de cosas importantes:
- Este es un blog literario administrado por un humilde escritor. Con este texto he decidido hacer una excepción. Creo que la ocasión lo merece.
- El artículo está lleno de SPOILERS. Si todavía no has visto la película, ¡DEJA DE LEER INMEDIATAMENTE!
¿Sigues ahí? Bien, pues empecemos.
¿Sabes esa sensación que entra cuando ves algo (o a alguien) que pensabas que no volverías a ver nunca más? Pues eso es exactamente lo que experimenté durante las más de dos horas que dura el metraje de Star Wars: El despertar de la fuerza.
Creo que, con esta primera entrega de la nueva trilogía, J.J.Abrams nos ha sorprendido hasta a los más optimistas. Con mucha sabiduría, el director ha tomado todo lo que funcionó en la saga original, y lo ha reinventado con los medios actuales. Abrams sabe perfectamente lo que los fans esperan de Star Wars, porque él fue uno de esos niños que soñaban son X-Wings surcando los cielos y jugaba a blandir el palo de la escoba (¿El rojo o el azul? Eso es secreto de cada uno). El mimo con el que están reproducidos los escenarios, personajes y aspectos icónicos de Star Wars, hace que El despertar de la fuerza entre de lleno en el podio de las mejores películas de la saga.
Podría estar días hablando sobre la película, pero, para no aburrir, me centraré en los aspectos concretos que más me llamaron la atención en un primer visionado.
PERSONAJES
Era dificil mantener el nivel de los personajes de la saga original. Si por algo es recordado el universo Star Wars, es por los Yoda, Solo, Luke o Vader, entre otros. No seré tan osado como para asegurar que los nuevos protagonistas están al nivel de éstos (cosa que es prácticamente imposible), pero pasan el examen con nota.
Destacar la grandísima sorpresa de Rey, caracter principal interpretado por la británica Daisy Rider. Reconozco que no daba un duro por esta chica, pues bien, me bastaron veinte minutos de película para darme cuenta de que estaba viendo a la nueva heroína de la saga. Estamos ante una Luke Skywalker femenina a todos los niveles: abandonada a su suerte en un planeta desértico llamado Jakku, pero que bien podía ser Tatooine, diestra en el pilotaje de naves de combate, y desconocedora de un secreto que cambiará su destino: la fuerza es poderosa en ella.
Pero antes de que Rey apareciera en escena, ya nos habíamos enamorado de BB-8. El nuevo doride con forma de balón de futbol (y de B, y de 8), es un encantador híbrido entre el Wall-E de Pixar y el R2-D2 de Lucas. De esa mezcla, obviamente, solo puede resultar algo brillante.
Mencionar también al piloto Poe Dameron (creo firmemente que podría acabar siendo un digno sucesor del Capitán Solo), y al villano, Kylo Ren, mucho menos poderoso que Vader pero a la vez más humano. Tengo la sensación de que no hemos visto ni un 10% del potencial de este personaje. En cuanto a los ya conocidos Leia, Solo, Cheewaka o los droides, se agradece verlos, tanto como el hecho de que no sean protagonistas. Son unos excelentes jugadores de equipo, pero ya no dan la talla como estrellas del partido. Luke Skywalker es otro cantar. Puede (y debe) ser la parte diferencial del Episodio VIII. El “Yoda” de esta nueva saga.
No me olvido de Fynn, el stormtrooper con sentimientos. El personaje más prescindible de la película. No, miento. La idea es buena, pero el actor me deja frío. Creo que Abrams pretendió mostrarnos al nuevo Han Solo, y Boyega ha resultado ser una parodia del Will Smith de Independence Day. Consigue pasar desapercibido y, gracias a la brillantez de los que le rodean, sale del paso, pero si me dijeran que Fynn muere en la primera escena de la siguiente película, me darían una alegría.
TRAMA
He leído ya en muchos sitios que el Episodio VII es algo parecido a un remake de Una nueva esperanza. No puedo negar que en muchísimos aspectos, el parecido es evidente. ¿Y cuál es el problema? Bajo mi punto de vista, es lo que queríamos los fans. Star Wars en estado puro. Se agradece que, al igual que ocurriera con R2-D2, sea un droide el elemento central que desencadena toda la trama. Se agradece que la protagonista vaya descubriendo su asombroso poder legendario a cuenta gotas, pues es algo que nos fascinó experimentar con Luke. Y, por supuesto, se agradece que el conflicto principal del villano con su lado luminoso parta de sus vínculos familiares.
En cualquier caso, es justo exponer mi principal crítica a la película: puedo entender que haya una nueva Estrella de la muerte más grande y poderosa. A fin de cuentas, parece obvio que al arquitecto preferido del Imperio/Primera Orden le gustan las estructuras esféricas y con cañones industriales en su superficie. Cada uno tiene sus manías, y se respeta. Lo que empieza a chirriar es que, por tercera vez en lo que llevamos de saga, su punto debil sea la maldita grieta superficial de siempre, a la cual se accede mediante un X-Wing desde la superficie. ¡Despidan a ese arquitecto, por Snoke!
MOMENTOS
El despertar de la fuerza es, además de un sobresaliente inicio de trilogía, una película que deja bastantes momentazos en la retina. A destacar la escena final, con un esperado Luke Skywalker obiwanizado al compás del Binary Sunset de Williams. Un cierre casi poético que nos promete emociones fuertes para la próxima película.
Y esos planos… ¡ay, qué planos! Rey caminando por la arena, con el sol de fondo (un nuevo guiño al doble atardecer de Tatooine), y seguida por el inocente BB-8. El lúgubre encuentro entre Solo y Ren, padre e hijo, en mitad de la pasarela (¿os suena de algo?). O el abrazo final entre Leia y Rey, las dos archiheroínas del mundillo Star Wars, con la fiesta a un lado y el Halcón al otro.
Y hablando de halcones, he dejado para el final la, para mí, escena top de la película. Cuando Rey y Fynn corren perseguidos por un ejército de stormtroopers y, ¡oh, Dios Mío!, su nave de escape explota y queda reducida a pedazos. Entonces no les queda otro remedio que probar ese montón de chatarra que resulta ser… (giro abrupto de la cámara) ¡el montón de chatarra más rápido de la galaxia!
(Me emociono solo con recordarlo…)
BANDA SONORA
No voy a descubrir ahora el talento de John Williams. Tampoco hablaré de las archiconocidas melodías de créditos (de título y finales) con las que hemos asociado las películas de Star Wars. Pero llevaba tiempo preguntándome si Williams, con más de 80 años y un marcapasos a cuestas, sería capaz de sorprendernos de nuevo con melodías frescas.
¡Vaya si lo ha conseguido!
Rey´s theme es prodigiosa, simpática y pegadiza. Recuerda a las notas de La Terminal (también de Williams), y tiene mucho sentido, pues aquel Tom Hanks despistado guarda mucho en común con la huérfana protagonista de El despertar de la fuerza.
Nos quedamos con las ganas de una nueva Marcha Imperial (aunque en la saga original, esta no apareció hasta El Imperio contraataca). De todas formas, la ambientación de la Primera Orden, a veces con instrumentos de viento y en ocasiones con coros tenebrosos, es bastante notable.
Y termino recordando de nuevo la escena final, en la que Williams nos pone la piel de gallina al combinar una melodía totalmente inédita hasta entonces, con el ritmo por excelencia de los jedi:
Al final me ha quedado un texto bastante extenso, pero creo que ha merecido la pena. Al menos yo me lo he pasado como un enano escribiéndolo :) Por sintetizar:
Lo mejor de El despertar de la fuerza:
- Que es puro Star Wars, sin invenciones raras, coreografías o exceso de efectos digitales.
- Los personajes de Rey y BB-8. Terminarán siendo iconos de la historia del cine de aventuras.
- La primera media hora, en la que los protagonistas aprovechan la acción frenética para presentarse, y la secuencia final, con un Luke que estábamos locos por ver.
Lo peor de El despertar de la fuerza:
- John Boyega, interpretando a Fynn. Un personaje divertido y prometedor, pero que estás deseando que deje espacio y minutos a los otros.
- La repetición de la amenaza y su solución. ¿Tercera Estrella de la muerte? Esperaba algo menos visto.
- Que hay que esperar mucho hasta la siguiente entrega.
Así que ya sabes, joven Skywalker: si te ha parecido un artículo interesante, no dejes de compartirlo.
Aprovecho para desear a todos mis lectores unas felices fiestas. El próximo año empezará cargado de novedades de mi nueva novela. ¡Está a punto de nacer! :)