Vaya por delante mi ignorancia sobre política, me gustaría opinar sobre el Brexit:
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Estamos viviendo momentos históricos en política que se estudiarán en un futuro no muy lejano. Al Brexit se le debe unir la crisis de los refugiados, la grave crisis económica en Europa, la ascensión de Donald Trump en USA o el populismo. Estamos dentro de un contexto histórico.
Estos momentos históricos, no muy lejanos de una etapa de guerras en Europa y dos Guerras Mundiales, están siendo liderados por políticos egoístas e ineficientes. Claro ejemplo es David Cameron. Convocó referéndum para la permanencia o salida de Escocia del Reino Unido, y ahora para Reino Unido con Europa. Todo debido a la falta de seguridad en su puesto, en su sillón, que ha provocado una división en el Reino Unido y la Unión Europea. El Mundo necesita de líderes políticos comprometidos, conscientes de la situación que viven, y que aporten estabilidad. No solo a sus bolsillos, sino a todos. Políticos de vocación al servicio de todos y trabajando por el bien común.
Destaco la división del Reino Unido en una “Guerra Civil” política, que se ha mandado de sangre tras el asesinato de Jo Cox, diputada a favor de permanecer en Europa. Solo un millón de ciudadanos han marcado la diferencia entre quedarse o irse. Un 51.9% contra un 48.1%. Lo más llamativo es que las zonas más rurales y las personas de mayor edad han decidido la votación. En otras palabras, las personas con menos futuro han decidido el futuro de los jóvenes británicos que ven prohibida su esperanza de progresar.
Quiere irse el país menos integrado de la Unión Europea, por ejemplo no incorporaron la moneda euro, pero es el tercer país que más contribuye en el presupuesto total de la UE, cerca del 12.6% del total. Es un duro golpe para la Unión Europea, en especial para la economía con el desplome de las bolsas, pero también para la política exterior y políticas sociales. Se abre ahora una etapa de incertidumbre, no solo con el futuro del Reino Unido, también con el de la Unión Europea. Sin duda es una decisión que conllevará graves consecuencias económicas pero también un alto impacto humano.
Efecto contagio es, quizás, una de las peores consecuencias del Brexit que ha provocado un terremoto político en todos los países de la Unión Europea poniendo en entredicho el futuro del proyecto común. Escocia vuelve a exigir un referéndum (si aceptaron seguir en Reino Unido era para seguir en la Unión Europea), Irlanda del Norte pide un referéndum de reunificación mientras que Gibraltar tiene que tomar una decisión sobre su situación jurídica. Pero los antojos del Reino Unido no solo han provocado un terremoto dentro de sus fronteras, sino también en toda la Unión. El Brexit ha dado fuerzas a sus homólogos en países como Francia, Países Bajos, Dinamarca, Italia o incluso Alemania que reactivan la opción de salir de la Unión Europea, lo que sería un desastre y confirmaría la muerte del proyecto común europeo.
Para la Unión Europea, nacida con el deseo de evitar otra guerra entre las potencias del continente tras dos Guerras Mundiales, y sobre todo con unos orígenes económicos, el Brexit debe ser un punto de inflexión. La crisis económica y la crisis de los refugiados han sido los detonadores de una inestabilidad política evidente. Negarlo sería ocultar la realidad y alargar agónicamente el momento de afrontar los problemas, buscar soluciones y realizar reformas. Desconozco la solución para la viabilidad de la Unión Europea, desconozco exactamente su funcionamiento, pero si se quiere optar por una Unión de Estados Europeos (estilo USA), debería otorgarse mayor autonomía a los Estados miembros y menos burocracia y obstáculos para avanzar y progresar, cada uno siguiendo sus necesidades. Establecer unas políticas exteriores, sociales y de seguridad comunes. Realzando las políticas de seguridad ante la amenaza creciente y seria del terrorismo de DAESH. Pero ante todo entender la Unión Europea con una de sus finalidades: el libre removimiento de ciudadanos, mercancías y servicios.
España, 26J y Cataluña. Existen muchas consecuencias, directas o indirectas, del Brexit en España. La principal será el impacto que tendrá en las próximas Elecciones Generales del 26J. A tan solo dos días de repetir elecciones tras seis meses en medio del océano político, Brexit puede influir en los resultados o incluso en las negociaciones para pactar un Gobierno. Todos los ojos mirarán a Cataluña, que intentará una vez más utilizar una situación “parecida” para hacer campaña hacia su independencia. Grave error, puesto las diferencias son múltiples. La primera es la posibilidad que Reino Unido tiene de salir de la Unión Europea, una posibilidad amparada por el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea. Reino Unido se incorporó libremente, y ejerciendo esa misma voluntad, puede salir. Cataluña sin embargo es un territorio propio y su salida no está amparada por ninguna ley.
En definitiva, esta es mi visión superficial e ignorante sobre el Brexit. Se abre ahora una etapa de incertidumbre e inestabilidad política, económica y social donde solo el futuro conoce las respuestas.
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