Una de las cosas que más le agradezco a la vida, a Dios o a quién sea que haga que el mundo gire es haberme dado una familia tan buena como la mía. Sin ellos no estaría dónde estoy, y seguramente sería peor persona. Aunque en los últimos tiempos huyo de entradas personales, a tantos Km de casa es imposible que uno no eche de menos ciertas cosas. Hoy voy a hablaros de mi padre.
Nació pronto, en algún lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme... Eso es lo de menos. Mi padre es un hombre. Uno de los pocos hombres que me he encontrado en los últimos 30 años de mi vida. La mejor persona que camina por encima de la tierra. Si hubiera más personas que se parecieran a él el mundo sería mucho mejor, sin ninguna duda.
Se quedó huérfano pronto, a eso de los 11 años, y 3 años después empezó a trabajar para ganarse la vida. Eran otros tiempos. Afortunadamente su madre es otra de las mejores personas que hay en el mundo, mi abuela, sin ella no entendería lo que es ser familia.
Mi padre le echó bolas a la vida desde bien joven. Con la cantidad de hijos de puta que caminan por el mundo, me imagino que no fue fácil. Nada fácil. A veces lo mejor es ceder, y convertirse en un pelele. Pero no, mi padre es un hombre de principios, y nunca los ha perdido. Sacó fuerzas de la nada, y trabajó, construyendo un fuerte seguro.
Chocó con muchos muros, supongo que por eso me aconseja que no haga lo mismo que hizo él. Pero no sirve, porque además de llevar su sangre llevo mamándolo desde que tengo uso de razón, y por eso, como dijera en otra entrada, mi padre es el culpable de qué "I´ve got my principles".
Mi padre no pudo estudiar, a pesar de eso es una de las personas más educadas con las que uno puede encontrarse, Y es que la educación no tiene que ver con saber cosas de memoria, sino con saber tratar a las personas.
Puede que sea la persona con la que he discutido más veces (junto con mi hermana, mi mejor amiga). Sólo es porque merece la pena hacerlo. Porque aprendo, porque le entiendo mejor, y porque me hace ver cosas que a veces no se ven a simple vista.
Como digo, es un orgullo tener la familia que me ha tocado, una suerte, y un honor que mi padre sea mi padre y me haya educado como lo ha hecho.
No puede pedirse más. Y sin embargo yo lo tengo, una madre y una hermana que hubiera elegido si
no me hubieran tocado por sorteo. La verdad es que soy muy afortunada.