Revista Decoración
Les dije que les hablaría de la pintura de las sillas del patio y ese día ha llegado. Desde que conocí las pinturas chalk paint estaba deseando comprar un bote y desde que lo compré deseando probarlo. Hoy ya puedo mostrarles el resultado. Pintar fue sencillo, ya que no hay que lijar ni aplicar ningún tipo de tratamiento, tan solo limpiar y al lío. Lo único difícil fue elegir el color. Me gustan todos. Al final me decanté por el mint y no puedo estar más contenta. Espero que les guste. En Canarias la vende Mandarina Showroom. Por cierto, si en lugar de dos le das tres capas se convierte en pintura pizarra.