Marruecos me fascina. Así que tener un trocito de ese país en mi ciudad me encanta. Lahcen llegó a Canarias hace casi veinte años y su restaurante, Al Khaima, forma parte de mi historia. Desde que mi padre me llevó por primera vez no he dejado de acudir. Le he ido presentando a cada nueva amistad, es parte de mi vida. Hoy quiero compartir este rincón con ustedes. De sencilla decoración, inspirada como bien dice su nombre en una jaima (especie de tienda de campaña usadas por los pueblos nómadas o del desierto), pero de exquisita gastronomía. Su ensalada tamazight, mi preferida, la pastela, el cuscús... se me hace la boca agua.
La cerámica de Fez, azul y blanca, es una de mis debilidades. Esta vajilla es un lujo. Prácticamente toda la decoración y la vajilla llegaron de Marruecos. Las lámparas, especialmente, son una maravilla. Lahcen es más que quien regenta este lugar, es ya un amigo. Se siente tremendamente orgulloso del pequeño espacio que ha creado en las islas. Que le digan que es el mejor restaurante en que han estado o que alaben la calidad de su comida, es el mayor regalo que le pueden hacer si le visitan. Por cierto, Al Khaima está en 23 de la calle Veintinueve de Abril en Las Palmas de Gran Canaria.