Revista Cultura y Ocio

Mi pequeña guitarra

Publicado el 23 agosto 2016 por Angel Maíllo @gramofono1

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He de reconocer que soy un músico frustrado, siempre soñé con poder tocar un instrumento, interpretar a través del mismo mis temas favoritos, poder expresar mis sentimientos activamente sacando melodías y acordes.

Aunque lo he intentado más de una vez y toco alguno de oído, mi inconstancia y torpeza han hecho que desistiera en el intento, por eso siento verdadera admiración por los músicos, aunque sean simples aficionados, ya que dominar un instrumento medianamente bien requiere años de estudios y ensayos.

En los últimos tiempos he sentido interés por un pequeño instrumento muy exótico que se ha puesto  muy de moda, aunque esto último es lo que menos me gusta, ya que no soy muy dado a ir con  las modas, todo lo contrario trato de huir de ellas. Sentía curiosidad por el ukelele con su sonido agudo, alegre, festivo y por la versatilidad del mismo. Este instrumento que adoptaron los habitantes de Hawái en el siglo XIX fue llevado a las islas por inmigrantes portugueses, el antecesor del ukelele es el cavaquinho, muy utilizado en la música tradicional portuguesa y brasileña.

El Ukelele se haría muy popular por la interpretación del cantante Hawaiano Ismael Kamakawivo’ole por la versión que este hiciera de las canciones Over the rainbow y what a wonderfull world acompañado por este pequeño instrumento.

En este verano quise despejar la curiosidad que sentía sobre este instrumento y me puse a buscar a través de la red información y precios de ukeleles y cuál sería mi sorpresa cuando descubrí que por pocos euros podía hacerme con ukelele para intentar probar suerte,  ya que siempre se ha dicho que este es un instrumento fácil de aprender a tocar, relativamente, y sino por el precio que tenía siempre podía servir para adornar algún rincón de la casa, ya que estéticamente es gracioso y decorativo.

Por fin me llego el ukelele, me gustó, aunque era consciente que por el precio que había pagado por el, su calidad no debía ser muy alta pero quería tomar contacto con el instrumento. Practicando y  viendo diferentes tutoriales comencé a sacar tímidamente algunos sonidos agradables de esta diminuta guitarra, comencé a enviciarme y cada vez me gustaba más, pero a medida que avanzaba notaba que el sonido no era limpio ni nítido ni siquiera parecido al de los tutoriales que veía en la red, ahora es cuando me empezaba a dar cuenta de la pésima calidad del instrumento, era lo lógico por 25€ no podía pedir nada más. Pero mi afición por el ukelele iba creciendo cada vez más, necesitaba otro de mejor calidad para seguir con mi periodo de aprendizaje.

Aprovechando un viaje a Madrid me personé en una tienda especializada exclusivamente en ukeleles, pedí consejo al dependiente que me explico y mostró varios instrumentos, al oír el sonido de estos, me enamoré de ellos, era el auténtico sonido hawaiano, exótico, alegre y festivo del ukelele. Salí de la tienda con un mi flamante ukelele de caoba en una extraordinaria funda acolchada, por unos momentos me sentí en la piel de un músico por las calles de la urbe con mi pequeña guitarra, aunque sólo era un inocente aprendiz de pueblo. Desde entonces practico de forma libre con mi ukelele y ya suenan tímidamente algunos acordes de mis canciones favoritas con los que disfruto interpretando, a mi manera temas que me gustan, todo un lujo. Aunque me queda muchísimo por aprender me ha supuesto una satisfacción personal lograr hacer sonar algunos acordes en mi pequeño y precioso ukelele, ya que no pretendo tocar para nadie sino para mi propio regocijo y disfrute.

Últimamente podemos escuchar el ukelele como instrumento de acompañamiento en diferentes grupos de música pop e indie. Incluso está muy bien visto entre algunas tribus urbanas como los Hspter tocar este instrumento, no es mi caso, y espero que pronto pase de moda, ya que no me gusta a ir con estas corrientes no vaya a ser  que me confundan con alguno de estos movimientos tan modernos, ya que yo soy más antiguo que el aire.

Eddie Vedder

Paul Mcarteney

Jake Shimabukuro, uno de los mejores interpretes de este instrumento

Ricardo Arjona


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MI PEQUEÑA GUITARRA

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