Revista Cultura y Ocio
Existen infinitos tipos de sentimientos: felicidad, alegría, amor, odio, emoción, tristeza, certeza, desconcierto, miedo, engaño.... Los sentimientos son los que nos definen momentáneamente como persona, cambian en un abrir y cerrar de ojos, y no los podemos controlar. Son algo superior a nosotros, ajenos a nuestra voluntad. Intentamos dominaros pero no podemos. Los sentimientos son tan retorcidos que muchas veces se mezclan y retuercen y nos dejan en una posición de incertidumbre que es difícil de entender. No sabemos lo que nos pasa ni porque...buscamos en lo más profundo de nosotros mismos y no encontramos la respuesta correcta, quizás es porque no existe. Los sentimientos son tan poderosos e influyentes que guían nuestro sentido de la vida. Nos llevan por un camino u otro, nunca sabemos hacía dónde nos guiarán, ni si será lo correcto o incorrecto. Solo podemos dejar que esa ola de sentimientos revoltosos e indomables nos enseñé lo bueno y lo malo de la vida, y quizás así, con mucho esfuerzo, consigamos que la razón le haga un poquito de competencia a tantos sentimientos dominantes y juntos nos lleven por el mejor de los caminos. Pero claro está, que gracias a ellos la vida nunca dejará se ser una caja de sorpresas.