Guardé en una enorme caja las cartas y poemas que nunca me atreví a enviarte; las promesas no cumplidas junto los besos no dados; en lo más profundo dejé olvidado decepciones, reproches y malentendidos; y coloqué un poco más arriba, todo lo que me había convertido en un imperfecto reflejo de mí.
Abrí
mi maleta y la llené de esperanza; de caricias y abrazos recibidos, que
rodeé con un lazo, para que no se escaparan de mi memoria; de besos que
endulzaron los momentos más amargos, los cuales acurruqué entre mis
sueños por cumplir. Y en un rinconcito puse los “te quiero” que no
conseguiste robarme. Todo aquello que me hacia ser grande, tan grande
como tu jamás me supiste ver.
Y cerré la puerta haciendo ruído para que notaras mi ausencia, y me fui lo suficientemente lejos como para no acordarme de ti.
Revista Libros
Mi pequeño equipaje - Annabel Navarro
Publicado el 06 noviembre 2012 por Santiagosevilla @VivirdecuentosSus últimos artículos
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