Me cuesta encontrar mi primer recuerdo cuando rebusco en esa extraña caja de almacenamiento que es la memoria.
A veces me la imagino (a la memoria) como a esas antiguas cajitas de galletas de metal donde guardamos cosas antiguas como fotos, cromos, papeles, o cosas así.
A menudo me imagino que mi memoria tiene forma de caja de galletas metálica y es de color azul.
Y ahí dentro busco y rebusco en busca del primer recuerdo. A veces rebusco adrede en busca de él y otras es más bien una bisqueda accidental.
El tiempo que transcurre desde que te metes en la cama por la noche hasta que te vence el sueño también es un buen momento para rebuscar.
Incluso en sueños cuando logró quedarme dormido a veces también me vienen a visitar algunos recuerdos. Me visitan como quien visita una ciudad donde vivió y recuerda con cierta extrañeza las calles que piso y las ventanas desde donde miro. Así vienen a visitarme algunos recuerdos por las noches. ¿Pero el primero? ¿Cuál es el primero? ¿Dónde empieza la película de mi vida? Eso aún no lo sé. Aún ando en la búsqueda de mi primer recuerdo. Un día tal vez aparezca de pronto como un súbito resplandor, saliendo de las sombras alumbrado por un potente rayo de luz.