Por fin tenía trabajo en Londres, lo que quería decir… que me quedaba! :) Ya no tenía el miedo de tener que volver a España y renunciar a mi sueño…pero entonces, llegó el siguiente miedo. ¿Y si no sé entender lo que me piden? ¿Y si no sé explicarme para atender a los clientes? Me esperaba un primer día con muchísimo miedo sin saber lo que me esperaba.
Había hecho el training de 3 días en una tienda pequeñita, donde me encontré con muy pocas dificultades, cosa que se agradece cuando estas aprendiendo. Eran demasiadas las cosas a aprender: como hacer los diferentes cafés, la diversidad de cakes y paninis, como se estructura una nevera, como funciona la caja, etc… El training no fue difícil, pero había llegado el gran día! El día de demostrar que yo podía hacer ese trabajo y que el inglés no era un impedimento!
Por lo que me dijeron, me habían asignado una tienda bastante grande. Se encontraba en Oxford St, una de las calles principales del centro de Londres y donde se juntan muchísimos turistas. Así que intentaba convencerme de que la mayoría de clientes serían turistas y no tendría problemas con el idioma.
Tenía el presentimiento de que iba a ser un gran reto. Llegué el primer día y casi me muero, la tienda era enorme. ¡Tiene dos plantas! Eramos 8 en plantilla y nos rotábamos siempre para que fuéramos en tienda, 2 personas por la mañana y noche, y 3 en las horas centrales del día cuando había más trabajo. Era una de las tiendas más busy de la ciudad y hacíamos una cantidad de cafés al día para quitar el hipo.
Para mi sorpresa… no tarde más de 3 días en ambientarme y en sentirme como en casa. Lo mejor: mis compañeros! Eran super majos, y todos me ayudaron para hacerme sentir lo mejor posible. Siempre dispuestos a darme un cable para poder desempeñar bien mi trabajo.
Los primeros días siempre me quería esconder por la sala: recogiendo vasos, tazas, platos… y llenando el lavavajillas sin parar y así, poder tener vajilla limpia para las nuevos clientes. Por suerte, no me dejaron esconderme mucho tiempo en mi mundo, ya que me obligaban a menudo a estar frente los clientes en la barra, fuera en la caja o en la maquina de hacer cafés. A pesar de mi miedo y verguenza, poco a poco fui cogiendo el sistema de trabajo y en tan solo 1 semana era capaz de servir todos los cafes del menú, servía y halaba con los clientes e incluso, me atrevía a cobrarles (siempre y cuando no hubiera la cola, que sino la presión se apoderaba de mi).
En menos de un mes dejé de ser trainee y me dieron mi camiseta de Barista oficial (hasta entonces llevé una roja de Aprendista). Entonces me di cuenta que todos los miedos que tenía sobre el idioma eran más bien fruto de mi imaginación, ya que realmente para trabajar en un lugar similar utilizas casi siempre el mismo vocabulario y las mismas frases:
“Good morning! How can I help you? – “Buenos días, ¿cómo puedo ayudarte?”
“Would you like medium or large size?” – “¿Querrías tamaño mediano o grande?”
“Would you like some cream on top?” – “Quieres nata con tu cafe?”
“Thank you very much! Enjoy your day!” – “Muchas gracias! Que tengas un buen día!”
“The sugar is right behind you!” – “El azúcar lo encuentras detrás de ti!”
“Would you like a muffin or a pastry with your coffee?” – “Querrías una muffin o una pasta con tu café?”
“Your Americana black or whit Sir?” – “Tu cafe americano con o sin leche señor?”
Te puedo asegurar que con estas frases sobrevives tranquilamente detrás de una barra! :) O al menos, yo lo hice! Ah, también con la ayuda de mis compañeros que me salvaban cuando no entendía algo, por supuesto!
Por lo que si yo pude…. TU TAMBIÉN PUEDES!! Basta tener un ganas y con eso todo se consigue!
MORALEJA: No te bloquees tu mism@ pensando que no podrás entender o hablar en inglés para un puesto de cara al público. Te llegarás a sorprender de lo rápido que te adaptarás. Y sobretodo, no te preocupes por lo que dirán o pensaran tu compis de trabajo, seguramente ellos mismos serán quienes te ayudaran a superarte día a día y quienes te echaran un cable en cada momento que lo necesites!