El día viernes (02/12) fue un día muy diferente a los que comúnmente suelo vivir. Y es que durante una semana estuvimos trabajando en una colecta para comprar víveres y donarlos a nuestros hermanos en Cañaris que fueron afectados por los incendios forestales del mes pasado. Fue ardua nuestra labor que hicimos con Cascos Amarillos pero nunca nos cansamos. Creímos con todo el corazón que podíamos llegar a la meta y poder apoyar a un lugar donde sus habitantes estén en mucha necesidad. Y aunque hubieron muchos caseríos a los que no pudimos llegar, el lugar al que llegamos se llenó de alegría y felicidad.Mientras íbamos recorriendo todo el camino hasta llegar a nuestro destino, pudimos avistar con asombro lo hermoso que es la sierra del departamento de Lambayeque. Desde Batangrande y Mayascon hasta cada pueblito por el que pasamos, todos nos asombraron con su vegetación, lo hermoso de sus pueblos y la forma en que viven a kilómetros de la ciudad.Después de cargar combustible al vehículo nos enrumbamos muy emocionados hasta nuestro destino. La primera anécdota del viaje fue precisamente dejando Batangrande. Y es que al parecer a nuestro guía se le olvidó el rumbo y nos perdimos, pero tan pronto pedimos ayuda nos volvimos al camino y continuamos con nuestro viaje.Ya cercano a las 9:00 de la mañana nos detuvimos en un pueblo con un nombre sumamente peculiar, nada mas y nada menos que "Peter". Jajaja😂 En serió me causó risa al saber el nombre de este pequeño lugar, pero no es por burlarme ni nada de eso, sino que al menos debió ser Pedro, o algún nombre Quechua, no en ingles. Empero distante a lo sorpresivo del nombre, nos encantó el lugar. Nos atendieron de maravilla y un rico desayuno de cecina de chancho nos levanto el ánimo y nos devolvió las fuerzas para continuar el viaje.Después de un suculento desayuno y una buena tasa de café continuamos nuestro rumbo. Conforme íbamos avanzando aparecían nuevos caseríos con nombres Quechua, unos pertenecientes al Distrito Cañaris y otros al Distrito de Incahuasi. Más la imagen que esperábamos ver, la de las montañas quemadas por el incendio forestal, no mostraba rastro alguno. Fue entonces que ya pasando Uyurpampa empezamos a ver cerros enteros, parcelas y hasta piedras, todas carbonizadas por aquel espantoso incendio.¡Nos quedamos sorprendidos! Nunca antes habíamos visto algo así. Ni siquiera nos imaginábamos que aquel fatídico suceso había afectado tanto tal y como estábamos presenciandolo completamente atónitos.Tristemente y anonadados recorrimos 2 horas y media más de camino. Sorprendidos siempre que tras nuestro avance aparecía una y otra montaña quemada. Todo lo verde y hermoso que distingue a aquellos lugares se ha ido, solo quedan arboles secos, carbonizados y tierra llena de cenizas. Todo ello te acompaña a lo largo de todo tu viaje. Mientras más avanzas mas descubres la magnitud del dantesco incendio.
Después de viajar impresionados por todo el paisaje de carbón al fin llegamos a nuestro destino: Nuevo Progreso. Un lugar pequeño en donde fuimos recibidos en primera instancia por hermosos niños. Luego uno a uno de los pobladores se iba acercando para poder enterarse de la ayuda que muchas personas enviaron a través de #CascosAmarillos para ellos. La sonrisa en sus rostros era impagable.Conversamos un poco para explicarles el motivo de nuestra visita, y para que nos expliquen como se encontraban después del incendió que los ha dejado sin nada que comer. Cada palabra que escuchábamos de sus bocas era una suplica de ayuda y de rescate, pero nosotros no pudimos hacer más.😭Procedimos a la entrega de los donativos y grabamos aquel momento en algunas fotografías. Nos hicieron llegar sus peticiones para una próxima visita, siendo que su primera necesidad es protegerse del frío.
De regreso todo fue felicidad y alegría. Cumplimos la meta que nos trazamos. En este primer proyecto de ayuda social nos apoyaron, y quiero agradecer, el Instituto Superior Tecnológico ISAG, SENCICO Chiclayo, Mochi-k Bboys Crew, I.E. Mariano Melgar Valdiviezo y personas que desinteresadamente nos hicieron llegar sus donativos. Con todo mi corazón les agradezco haber sido parte de este regalo maravilloso para nuestros hermanos en Cañaris. Agradezco a mi equipo también: Julia Coronel, Luis Cotrina, Jordan Rinza y Carlos Reluz León. Habrán otros proyectos que realizaremos con Cascos Amarillos así que esperamos que tu seas el próximo en participar.