Después de mucho tiempo oyendo hablar de las famosas BB cream, hace unas cuantas semanas me animé a probarlas. Había leído opiniones de todo tipo, así que la única manera de saber si realmente iban bien o no, era probarlas. Me decidí por la BB cream de Garnier, por una parte porque era de la que más había oído hablar (tanto bien como mal) y porque además la encontré de promoción en la perfumería. Mi experiencia no ha sido muy positiva. Es verdad que mejor el aspecto, pero a mí ese “perfeccionamiento” de la piel sólo me dura medio día y además, no consigo unificar el tono tanto como me gustaría. Es verdad que con la base de maquillaje notaba la piel demasiado cubierta y buscaba algo más ligero, pero esta BB cream me ha resultado demasiado poco. Pero ya que la tenía, y como tampoco vamos a derrochar, encontré una solución intermedia que se adaptada mucho mejor a mis necesidades: mezclar la BB cream con base de maquillaje (no es inventar nada nuevo, pero ha sido una buena solución para mí). Con esta mezcla al 50% consigo combinar las cosas buenas que me aportaba cada una por separado: por una parte, me dura mucho más, me unifica más el tono y cubre mejor gracias a la base; y por otra, el tono queda más natural (la base que tengo me quedaba un poco oscurita ahora en invierno), con un poquito más de luminosidad y más fácil de extender gracias a la BB cream. Resumiendo, si habéis probado con alguna BB cream y os ha pasado algo similar, podéis probar esta solución intermedia (siempre es mejor que dejarla abandonada). Yo por mi parte la terminaré de esta forma, y luego a lo mejor me animo a probar alguna otra marca a ver si me va mejor (se aceptan sugerencias).