Revista América Latina

MI PRINCESITA AZUL, DESAPARECIDA(in memoriam: a RACHEL VENEGAS ILLANES)(Una historia de la vida real)

Publicado el 10 abril 2023 por Adriana Goni Godoy @antropomemoria

MI PRINCESITA AZUL, DESAPARECIDA
(in memoriam: a RACHEL VENEGAS ILLANES)
(Una historia de la vida real)

Ibar Leiva Quevedo.Profesor egresado de la Escuela Normal de Victoria,

MI PRINCESITA AZUL, DESAPARECIDA(in memoriam: a RACHEL VENEGAS ILLANES)(Una historia de la vida real)

Una casa de campo en un hermoso paraje natural con un amistoso río incluido y con una típica familia campesina que disfruta de su pobreza franciscana acompañándola de las bondades propias de nuestra generosa madre tierra.
Deambulan por allí el Tata, la Mamá y ocho retoños que existen para vivir, campesinos, de sueño inquilinos, para el mismo patrón igual que el padre que parece feliz con su destino, aunque, de vez en cuando, opina bajito que parece que algo no anda muy bien en este mundo, sobre todo cuando “el gringo” (el patrón alemán) lo sube y lo baja porque una vaca se metió a la chacra y se comió cuantos choclos o cuando le dice “este mes no hay pago Juan, están en balance los bancos”.
El destino estaba echado: los hombres serán peones y las mujeres “empleas” en la casa del patrón.
El mundo giraba lentamente y la estrella no aflojaba, las primaveras eran para el patrón mientras el Tata y la Mamá duermen apacibles el largo invierno de sus vidas; total, sus hijos no son cesantes
y aunque el pan no es abundante tampoco hambrea. Y el mundo gira y en una de vueltas nos dejó
una escuelita y la Mamá deja de ser “la profesora” y nos manda a clases y llegan las letras, se
abren las ventanas y entran otros mundos, se ven otros destinos, los retoños crecen y algunos
vuelan y vuelan, vuelan y cuentan …., y claro, se puede ser otra cosa, es posible soñar, fuera de los
límites con púas del fundo natal.
La escuelita, a dos kilómetros y medio de la casa, en media hora de ida y media de vuelta se transformará, sin imaginarlo siquiera en el trampolín hacia una historia insospechada, llena de
amor sublime, dolor a ultranza y anhelos de justicia terrenal.
Yo el penúltimo de los amores fértiles, callado, observador rumiante de un entorno asfixiante de
estrechez, miro pasar la vida como esperando un no sé qué llegará, sin forma ni tiempo. Por el mundo y más allá del norte, las banderas se han puesto rojas y un alarido de espanto brota de la tierra del tío Sam. Los hombres se han dejado crecer la barba, el diccionario incorpora una palabra
cortita, pero de incalculable magnitud hasta nuestros días: CHE y las ondas sonoras de unas y otras radios suenan cada día más fuertes trayéndonos los ecos de una nueva utopía…, y por el jardín, de en cuando y en mis primeras hormonales primaveras, de lejitos, miro pasear a dos contorneadas siluetas rubias, de ojos claros, de risa alegre que se transforman en mis fantasías
adolescentes y con el tiempo darán forma a mi sueño azul con la princesa que será el amor de mi vida . Así será, como las hijas del patrón, que sin tener ni pito que tocar, se ligará, a mi fantasiosa vitrina de sueños juveniles. “La princesita de mis sueños tendrá la figura de esas imágenes
fugaces”, me dije y propuse yo.
Y seguí creciendo, con toda la parsimonia típica de la vida de campo y con la ayuda de las letras de la humilde escuela en Villa Esperanza, llegaría, de la mano de un profesor normalista, la
configuración de un proyecto de vida que considero la posibilidad de ser un profesor rural, y megustó y con el entusiasmo (¡un hijo profesor!) de la Mamá dije: “sí quiero” y una mañana crecida
desperté alumno de la gloriosa Escuela Normal Rural Experimental de Victoria, cuna del saber y del
enseñar de varias generaciones de “maestros” que llenaron de futuro el corazón de la Frontera
“donde crece el hualle y el laurel”.
Son los inicios de la década de los 60 y una ola gigante de banderas socialistas recorre los confines
del mundo con su cántico de promesas un mundo mejor, de una vida más digna, más e justa y de
respeto por las libertades de todos los desposeídos del mundo, trayendo aparejado el odio bestial
del imperio develado. Los aires de cambios recorren la geografía terrenal entrando por todas las
ventanas de las conciencias despiertas. Obreros, estudiantes, pobladores, campesinos,
profesionales e intelectuales transitan por las páginas progresistas del mundo armándose de
teoría y práctica para la construcción de la nueva sociedad que se vislumbra placentera. “Arriba los
pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan….” se cantaba a todo pulmón por los valles,
senderos y poblados, del sur, del norte, el este y el oeste y en Chile agregábamos: “El pueblo unido
jamás será vencido….” y optábamos por las diferentes vías propuestas y de simpatizantes a
“militantes” nos sumábamos a la ola gigante que parecía no parar.
Será dentro del marco de este ir-venir, hacer-deshacer, soñar y soñar que aparecerá “La princesa
azul” de mis sueños dorados. Estaba allí, en la sala de clases, en los pasillos, en el jardín de la
escuela, en la reunión del Partido, en la lucha de los estudiantes, de los pobladores, de los
campesinos, de las mujeres y radiante en cada primavera de la fértil vida. La vi muchas veces, pero
mis ojos no la descubrían. Quizás sería porque al igual que me sucedía con las hijas del patrón, su
belleza la situaba a una distancia inalcanzable, ni para intentarlo siquiera. “Se parece a la mujer de
mis sueños”, me dije, en un acto de osadía luego de una caminata por un asunto trivial, y serían
los asuntos triviales, “los combates” por un mundo mejor, las caminatas por el futuro lo que nos
permitiría conocer nuestras almas y una aureola mágica, celestial, lentamente, nos comienza a
inundar de “caminatas triviales” y de pequeños regalitos que ensanchan mi corazón mientras mis
pasos sobre algodón corren en una sola dirección. Todo lo que miro me parece feliz y tan contento
estoy que, sin dar un nombre, le cuento a medio mundo que encontré a la mujer de mi vida y
muchos que nos han vistos juntos no necesitan preguntar siquiera por quien será la princesa
encantada. Estoy tan dichoso disfrutando de mi descubriendo que se me olvidó contárselo a
ella…., había conquistado mi sueño más preciado y lo disfrutaba, sus ojos claros, infinitos en
transparencia me permitían ver toda su alma y ella, sin decir nada tampoco, parecía extasiada y
seguíamos caminando y buscando todos los espacios donde encontrarnos y los besos que no
aparecen y las caricias henchidas de ternura que no se dejan ver y el calendario frío, ciego que
avanza junto a las responsabilidades académicas y políticas asumidas hasta separar nuestros
destinos, ante la mirada impertérrita de ambos corazones, una mañana cualquiera nos
despertamos separados en cuerpo por una increíble distancia y no nos dijimos nada ¡qué
increíble!… ¿sería que sabíamos que el destino nos deparaba otros momentos?.
La historia continúa su marcha infranqueable y los chilenos nos hemos separados
intransigentemente entre “momios” y “upelientos”, sin treguas, a imponer las respectivas razones
sin claudicaciones hasta que los dueños del odio deciden adueñarse de la historia y a sangre y
fuego imponen al pueblo indefenso una dictadura criminal que se encargará de abortar todo
intento de sueños de vida digna castigando a todo aquel que osó soñar, muertos, encarcelados,
exiliados y detenidos desaparecidos son algunas de las penas impuestas. A mí la “Suerte” medepararía una cárcel por destino y allí, bajo candados y cadenas, penaba en demoledor silencio,
por la suerte corrida por mi amada ausente, que estaba más presente que cualquier oprobio de la
canalla golpista. Por mi interdicta situación no era recomendable buscar contactos abiertos con
ella y los contactos cerrados eran, por lo peligroso, tremendamente lentos. Pasaba el tiempo y
¡que insufrible nada! La cárcel dulce por mi conciencia tranquila se me vuelve un infierno por tu
silencio. ¿Dónde estarás?, ¿te habrán alcanzado las garras de la ignominia?, estarás esperando por
mí como yo de ti. Me escapo por cada espacio entre los barrotes de la prisión para recorrer,
imaginariamente, todos los posibles senderos de tus pasos frágiles de mariposa encantada y no te
diviso. Vienen hasta mí muchas figuras solidarias con saludos y novedades por doquier, pero lo
que yo necesito saber no llega…., no llega,… Soporte bien la tortura física, pero esto me lacera
hasta las fibras más íntimas. Los días de visitas se suceden y el sol no entra a mi celda hasta que un
bendito amanecer se abre la reja interior y un gendarme grita “ese Leiva”, preso político, que vaya
a la guardia, tiene visita especial y vaya que era especial, allí estaba con sus tremendos ojos
preciosos como intentando ver cuánto daño me habían causado. Largos e infinitos segundos de un
abrazo que quiere recuperar todo el tiempo ausente, “tienen 5 minutos”, grita el cabo Paredes y
las palabras que comienzan a salir atropelladamente para no perder ningún segundo. “No pude
venir antes porque me tenían detenida en una celda en la cárcel de Victoria y recién salí, con
arresto domiciliario, y me arranqué para verte, ojalá que no se enteren y aquí tienes todos estos
papelitos clandestinos que escribí para ti”. Y con un beso tímido y fugas sellamos este maravilloso
reencuentro que será el primero de los muchos que sucederán hasta el interminable abrazo de la
libertad, y de allí en adelante mi vida cambia de color. Si, ella es la mujer de mis sueños
campesinos me siento triunfador y en una de las muchísimas cartas que escribiría le dije: “libertad
tendrá nombre de mujer, eres mi futuro”.
Luego de 591 días de prisión, de pensar diferente recupero mi libertad y corro a sus brazos y en
una festival luna de miel 4 días de amor intenso, dulce, como de siempre, como el único, como el
primero, como el más deseado, de fusión de alma y cuerpo, “orgasmal”, celular; fuimos tomando
nuestras primeras decisiones de pareja enamorada. El futuro nos pertenecía y queríamos vivirlo en
plena comunión.
El Chile de la dictadura seguía siendo hostil con sus hijos libertarios y la posibilidad de caer en las
redes de los agentes chacales estaba muy latente por lo que en una re pensada decisión optamos
por abandonar nuestra querida madre tierra para radicarnos en la Argentina que por aquello días
abría sus brazos solidarios ante la barbarie pinochetista. Buenos Aires nos cobijó con sus buenos
aires para seguir disfrutando de los placeres de nuestra unión. Las callecitas de esa inmensa y
atractiva ciudad son testigo mudo de aquellos días de intensa felicidad de un amor real, con
historia de amor no de mercado. Amor de arte y de virtud, de humanidad vivíamos una década
infernal de enseñoramiento de los amos del capital al servicio de los imperios del odio. Chile,
Brasil, Bolivia, Uruguay, Paraguay en Latinoamérica se encuentran sometidos a regímenes
fascistoides y Argentina no fue la excepción. A los pocos días de felicidad una sombra de
preocupación se tendió sobre nuestra existencia. Era la historia de un nuevo golpe de estado con
las consecuencias típicas de este tipo de “pronunciamiento militar” hermanados en la tierra de
Bolívar.
A pesar de la preocupación cierta de lo sucedido, la intensidad de nuestros sentires nos permite
seguir transitando por la primavera de nuestras vidas, que recién habita su cuarto mes de celestial

residencia. Es un día domingo de sol del mes de junio y la pasividad de una caminata de
conversación fraterna junto a una amiga argentina se ve interrumpida por un infernal ruido de
sirenas, frenadas y disparos desde varios carros policiales que provocan un caótico cuadro de
reacciones de la gente que por allí se encuentra y que no logra entender lo que sucede. Cae el
telón, la comedia de la vida continúa su curso “normal”,
Pero, ¿Dónde está mi princesa?… ¿alguien la vio? … Es demasiado real para ser una verdad
posible. No, no puede ser, no hay Dios que lo resista. Miro todos los ojos, todas las almas, todos
los cielos, las puertas y ella no está, no está…
¡DESAPARECIÓ!
Pasan los segundos, las horas… y no está…, los días, las semanas… y no está…, las garras de los
chacales lucen su rojo-sangre…, pasan los meses y…, la veo en toda cabellera trigueña que camina
en cada calle y que yo sigo para tener la absoluta certeza que no es ella…
Mis lágrimas inundan aquel invierno de mi vida y en cada gota se vislumbra su imagen imborrable
por los siglos de los siglos.
Hoy, año 2001, a 26 años de aquel instante mortal, ningún verano, ningún otoño, primavera e
invierno me ha querido contar donde sembraron la semilla de aquella princesa encantada que no
alcanzó a fecundar esta tierra con su inmenso amor a la humanidad que profesaba. Su imagen
dorada me visita en cada sueño profundo protegiéndome de todo odio infame, a pesar de los
pesares. En cada letra que enseño o escribo regalo una miguita de aquel amor que por lo intenso y
maravilloso que fue, pareciera inagotable.
IBAR LEIVA QUEVEDO
Posdata: Este texto lo escribí el año 2001 y será el 16 de octubre del 2008, luego que sus restos
fueran encontrados en una fosa clandestina en un cementerio de Buenos Aires, baleada por la
espalda según establece un Certificado de Defunción encontrado. Hoy descansa en Chiguayante,
su pueblo natal.

Fuente :(Informe Rettig)

/https://memoriaviva.com/nuevaweb/detenidos-desaparecidos/desaparecidos-v/venegas-illanes-rachel-elizabeth/

Categoría : Antecedentes del Caso

El 24 de septiembre de 1976, fue detenida en el centro de Buenos Aires, la institutriz Rachel Elizabeth VENEGAS ILLANES, militante del MIR. No se ha vuelto a saber de ella. Había sido procesada por la Fiscalía Militar de Victoria y condenada a un largo arresto domiciliario, luego del cual abandonó Chile. Estando en Buenos Aires obtuvo visa para viajar a Holanda pocos días antes de su detención.

La Comisión ha llegado a la convicción de que el caso de Rachel Venegas corresponde a una violación de los derechos humanos en el cuadro de la situación antes dicha; sin embargo no le es posible afirmar la responsabilidad de agentes del estado chileno en estos hechos.

Nunca apareció o fue reconocida como detenida. Sus restos mortales se encontraron a comienzos del año 2008 en una fosa masiva en el cementerio municipal de Avellaneda, en Buenos Aires, entre otras 300 víctimas de la dictadura argentina exhumadas en esa fosa común. Las informaciones preliminares hacían presumir que algunas de esas víctimas podían ser personas asesinadas por el Plan Cóndor.

Luego de las investigaciones científicas de rigor, practicadas por expertos del Instituto Argentino de Antropología Forense (IAAF), su identificación fue confirmada en mayo de 2008. Rachel Venegas había sido asesinada por agentes de las fuerzas represivas dictatoriales, por medio de múltiples impactos de bala, y sepultada ilegalmente en una fosa bonaerense.

En los meses siguientes a su identificación, su familia en Chile pudo hacer los trámites para repatriar sus restos. Fue traída a Chile y sepultada en el cementerio de Chiguayante el 16 de octubre del año 2008.
Rachel Venegas es la única persona detenida desaparecida originaria de la Región del Bío Bío, cuyos restos han sido encontrados y recuperados. Ella fue detenida, asesinada y hecha desaparecer en Argentina, pero las investigaciones científicas y trabajos profesionales del IAAF permitieron encontrar sus restos, como ha ocurrido con otros cientos de víctimas desaparecidas de ese país.

https://resumen.cl/articulos/dia-internacional-de-las-victimas-de-desapariciones-forzadas-el-caso-de-rachel-venegas-de-chiguayante


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