Mi propósito, que se use el sentido común.

En primer lugar, amigos lectores, MUY FELIZ 2015 A TODOS, esta despedida y entrada de año nuevo, la viví como suelo hacerlo en compañía de mis seres queridos, familiares y amigos en mi casa, cosa que a mi personalmente me entusiasma mucho más que el ir de bar en bar encontrándome con personas en no muy bien estado.

Al final de la noche (o para algunos el principio) sobre las 12 de la noche del día 1 de enero, no todos los 7 221 millones de personas que hay en nuestro planeta estaban tomándose las uvas y pidiendo propósitos para este recién estrenado 2015. -Los míos son públicos, el primero, como es lógico, que todos tengamos salud y buena suerte, porque la suerte sin más, viene tan rápido como se vá. -Él segundo, que mi aventura con mi libro y mi blog de por fin sus frutos.

Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido 
común. Napoleón Bonaparte.

-Él último es algo que llevo este primer año diciendo y predicando por todos los lugares a los que he tenido acceso, como pueden ser los medios de comunicación, tanto españoles como extranjeros, en universidades, colegios, a través de este maravilloso blog que tantísimas alegrías y escasísimas tristezas me ha dado a lo largo de este también hermoso, y a veces, agridulce 2014 ya exprimido hasta el último de sus días y como no, a través de mi libro Ser inteligente no es un delito. Y ese algo a lo que hago referencia es nada más y nada menos que EL SENTIDO COMÚN, como muchos dicen el menos común de los sentidos.

Su definición es clara: son los conocimientos y las creencias compartidos por una comunidad y considerados como prudentes, lógicos o válidos. Se trata de la capacidad natural de juzgar los acontecimientos y eventos de forma razonable. 
También he podido leer al respecto, que este sentido, suele ser mencionado como una capacidad natural de las personas que no requiere de estudio o investigaciones teóricas, sino que surge en la vida cotidiana a partir de las experiencias vividas y de las relaciones sociales, aunque en gran parte se nutre del legado que recibimos durante la infancia.

¡Bien! Pues pienso que en el SXXI uno de los grandes problemas es la falta de sentido común y creo que es uno de los valores necesarios para que una sociedad funcione y se respete. Muchos de los problemas que tenemos hoy en día con la educación es por falta de este sentido y por escuchar a personas y programas de televisión sin fundamento por no decir "vomitivos". Es de cajón, que si, el sentido común reinase en nuestra sociedad esos programas dejarían de tener interés, y por lo tanto, desaparecerían. Otro problema derivado de la falta de este sentido y que supongo muchos ya se han planteado, bien porque en su momento no pensaron en las consecuencias o bien porque no se podían imaginar lo que vendría con la crisis. 

Mucha gente, pero sobre todo jóvenes se endeudaron hasta el infinito y más allá cuando esos bancos que ahora nos miran por encima del hombro, nos dieron todo y más para tener una casa con piscina, un coche de alta gama, viajes a hoteles de 5 estrellas...y todo eso con una nómina normalita y un aval de los padres. En ese momento ni tenia sentido común ni el del banco, ni la gente que pedía préstamos como el que pide una barra de pan.  Y donde definitivamente no se aplica este sentido es en la política. Cuando se construyen aeropuertos que no se utilizan en vez de invertir ese dinero en educación o sanidad o cuando los bancos desahucian a familias que no tienen donde ir para encima dejar la casa vacía y después cuando los directivos del banco hunden los bancos y cajas de ahorro lo tenemos que rescatar entre todos. Los políticos no encuentran soluciones a problemas simples que tienen soluciones con sentido común, porque si se aplicara a muchos se les acabaría el chollo, y si no es así,  entonces yo me hago esta pregunta ¿tan difícil es dejarse llevar por la lógica? es decir, si en mi ciudad o en mi país hay niños que necesitan ropa y comida lo lógico seria cubrir primero sus necesidades y después hacer la restauración de un monumento ¡no! 
Para terminar me dirijo directamente a nuestros dirigentes, educadores y responsables de cualquier empresa pública o privada con esta frase; "Líder es aquella persona que conoce y aplica en su gestión el sentido común”.
El sentido común no está de adorno ¡hay que utilizarlo! y este es, de nuevo mi propósito para este año 2015. 
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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