Ya está decidido, este año comienzo con un nuevo reto: minimizar el armario!!
El Proyecto 333, me acompañará durante los próximos meses en mi camino hacia una forma de vivir más sencilla y coherente, como parte de mi “ataque de reducción masiva” REDUCE y RESPIRA.
Te lo explico…
¿Qué es el Proyecto 333?
Se trata de un reto que conozco desde que empecé a seguir los pasos de Valentina (ValeDeOro), minimalista y mentora del Proyecto 333 en castellano (ya te he hablado antes de su trabajo aquí y aquí).
Aunque vengo reduciendo mi armario desde hace tiempo, nunca me había animado a dar el paso de iniciar este proyecto, pero ahora ¡es mi momento!
Brevemente te explico que el Proyecto 333 consiste en vivir con 33 prendas de ropa durante 3 meses, sacando de tu armario todo aquello que no forma parte de tu selección, puedes regalar o donar lo que no te pones o no te gusta demasiado y guardar aquello que quieres conservar para otra estación o para decidir sobre su futuro más adelante, pero manteniéndolo en un lugar al que no puedas acceder fácilmente.
Quedan excluidos del reto ropa interior, ropa de esta en casa, pijamas y ropa de deporte (siempre que la utilices sólo para hacer deporte).
En la web del proyecto puedes ver toda la información y las reglas, no hay que apuntarse en ningún sitio para participar ni seguirlo todo al pie de la letra. Al fin y al cabo es un reto personal, que haces para aprender a vivir de una forma más sencilla y para explorar tus gustos, tu estilo y tu papel a la hora de consumir. Es una “aventura” en la que disfrutar haciendo tu armario más versátil y creativo. Si hay alguna regla que no se ajusta a tu modo de vivir, puedes adaptarla.
¿Cómo voy a hacer el proyecto 333 siendo mamá en plena lactancia?
Pues sí, la lactancia es una época complicada para esto de la ropa… no todas las prendas permiten dar el pecho con comodidad en cualquier circunstancia y también se manchan y estropean bastante más que con el uso habitual.
Yo suelo utilizar varias capas, camisetas de algodón y prendas con botones que me permiten una “lactancia todoterreno”. Tengo varias camisetas de tirantes que me pongo bajo la ropa, con las que puedo levantar la prenda superior y bajar un poco la camiseta para descubrir el pecho, de modo que el peque pueda comer y me queden la barriga y los riñones tapados, que estamos en invierno!! Esas camisetas se estropean y manchan muchísimo, así que no las voy a contar en el reto, pero me he marcado la condición de usarlas únicamente como ropa interior.
También se me ensucian bastante el resto de la ropa y, con el frío, tarda más en secarse, por lo que he optado por no incluir en esta temporada el calzado, los accesorios ni los abrigos, y utilizar esos huecos para dejarme alguna prenda más para el día a día. Lo que sí voy a hacer es reducirlos a su mínima expresión y revisar el reto para incluir todo en las próximas temporadas.
Aquí está mi lista:
- 3 vestidos, con botones o camiseros, para dar el pecho con comodidad.
- 5 blusas de botones con diferentes estampados o lisas.
- 3 camisas de botones (botones y más botones…)
- 1 blusa más fina (para ocasiones especiales)
- 5 camisetas de manga larga.
- 1 camiseta de manga corta.
- 4 jerséis de punto.
- 3 chaquetas de punto.
- 1 falda negra.
- 1 falda vaquera.
- 3 pantalones vaqueros.
- 1 pantalón negro.
- 2 mallas tipo legging.
Y así es como ha quedado el armario… ocupando sólo la mitad!!!
¿Qué puede aportarme realizar este proyecto?
Las personas que lo han llevado a cabo destacan ventajas del tipo:
- Facilita las mañanas. No tienes que andar pensando mucho en lo que te pones, es más fácil elegir el vestuario cada mañana: abrir el armario, coger un par de cosas y listo!!
- Hace ser más consciente a la hora de comprar. Darte cuenta de que se puede vivir con mucho menos y que gran parte de las compras que hacemos son innecesarias, cambia tu papel a la hora de consumir, te hace buscar la calidad en vez de la cantidad.
- Ayuda a encontrar tu verdadero estilo. Cuando tienes pocas prendas en el armario tienes que pensar mucho mejor lo que entra y lo que no y tratas de que sean aquellas con las que realmente te sientes bien, las que te identifican y definen tu estilo personal.
- Libera de la sensación “no tengo que ponerme”. Un armario lleno de ropa suele generar confusión, no ves las prendas, no encuentras cómo combinarlas y al final acabas por frustrarte porque no tienes “nada que ponerte” y yéndote de compras para mitigar esa sensación. Si tienes menos prendas, procuras que queden bien entre sí y que sean complementarias.
A mi, por lo pronto, el ejercicio de elegir sólo 33 prendas me ha hecho darme cuenta de que tengo un montón de ropa que no me gusta, no me queda bien o no me combina entre sí… y que hasta ahora he comprado más guiada por el impulso de “qué bonito” o “que barato” que por un sentido lógico y siguiendo mi estilo personal. He tenido que desechar muchas prendas que me gustan pero que no me quedan bien y escoger colores y formas que casan entre sí y que son prácticas para mi día a día.
¡¡¡¡Y me ha quedado libre la mitad del espacio!!!!
Que maravillosa es esa sensación de abrir el armario y ver de golpe toda tu ropa, ordenada y lista. Ahora es mucho más sencillo colocar las cosas y me ha permitido despejar y reorganizar otros muebles, con lo que la casa está organizándose con un sentido más práctico y sin saturar las zonas de almacenaje.
¡Así que de momento todo son ventajas!
Además, lo comenté en la cena de Navidad con la familia y se han unido al reto mi hermana, mi hermano y mi cuñada, me encanta!!!
¿Y tú? ¿Qué dices ? ¿Te animas a vivir con menos?
¡¡Cuéntanoslo!!
PD: Si te ha gustado la idea, compártela. Seguro que hay alguien más con ganas de unirse a este movimiento!!