Hoy os voy a contar cómo la mala suerte se convirtió en un ramo de novia más barato, de hecho me costó menos de la mitad de lo que tenía pensado.
Tras mucho mirar y remirar, finalmente me decidí por un sencillo ramo de tulipanes rosa fucsia. Así que me fui a la floristería del barrio con la foto del ramo que me gustaba, me dijeron que no habría problemas en conseguirlo y me presupuestaron 38€. Tras lo que había visto por ahí, me pareció que estaba muy bien de precio, la tienda estaba cerca de casa con lo que el día de la boda no sería mucho jaleo acercarse hasta allí y además daba trabajo a un negocio del barrio.
La semana de la boda les llamé por teléfono y parecía que todo iba bien, peeeeeroooooo el día anterior al día D me acerqué con mi madre y horror, no tenían mis tulipanes. Tenían otros parecidos, unos con motas blancas y otros rosa pastel, pero no me gustaban nada... madre mía!!! casi me pongo a llorar, no me lo podía creer. El centro de mesa y uno de los regalos tenían pinceladas de color rosa fucsia precisamente por el ramo arggg!!!! ... Eran las 19.00 de la tarde y yo sin ramo, bueno si, tenía uno con tulipanes que no me gustaban.
Mi madre me tranquilizó, recordó que frente al Hospital Clínico hay una Floristería que llama la atención por los tulipanes que tienen. Así que allí nos plantamos. No me pidáis su nombre por que con los nervios, ni me fijé. En ese momento no tenían tulipanes del color que buscaba, en cambio en un cubo los tulipanes color marfil me llamaron a gritos!!! Debo decir que antes de decantarme por los de color fucsia mi elección fueron los blancos.
Ni corta ni perezosa, me dió por encargar un ramo de 12 tulipanes blancos, bueno más bien marfil y elegí la cinta a juego. Lo recogería una amiga al día siguiente por la mañana. El presupuesto 12€!!!
El truco fue que no dije que era un ramo de novia, parecía que era para una visita al hospital. Estoy convencida que si le digo que es para una boda me hubiesen cobrado bastante más.
El pero, aysssss el pero... pues que le colocaron un lazo que todavía hoy me horroriza. Yo me imaginaba que atarían la cinta alrededor de los tallos y no le añadirían nada mas, peeerooo no... al artista de la floristería le dió por plantar un lazo casi más grande que el ramo.
En fin que después del medio disgusto, me dije no era momento de preocuparse por eso, que tocaba disfrutar, al menos tenía ramo. Lo metí en el minibar de la habitación, para que se conservara, y lo saqué poco antes de salir de ella.
Aunque no fuese a juego con los detalles para los invitados y las flores de las mesas del banquete (que al final tampoco fueron fucsia arggggg ¿qué pasa con las floristerías !!!??....) ahora estoy contentísima de que fuera color marfil.
¿Cómo conseguisteis vuestro ramo de novia? ¿Tienes alguna anécdota curiosa? Anímate y compártelo con nosotros en un comentario.