Mi relato
SU AMIGO IMAGINARIO
ha sido publicado en la Revista Literaria Trinando.
Por ahora está publicado en su Facebook
REVISTA LITERARIA TRINANDO
Y, próximamente, formará parte de un libro que se editará con todas
las colaboraciones de autores latinoamericanos que han participado
con sus relatos.

SU AMIGO IMAGINARIO
Era mi primera experiencia como cuidadora de niños. Ya había tenido práctica con mis sobrinas, pero no era lo mismo. Mi primer trabajo, una mezcla de miedo e ilusión que no sabría describir. El primer contacto con la madre me relajaba y me dio mucha confianza. Cuando me presentaron a Andrea, me puso nerviosa. La evaluaba para intentar meterme en su mundo y conseguir que conectáramos cuanto antes, mejor.
Los días pasaron y todo fue más fácil de lo que pensaba. Aunque tenía un genio que afloraba con facilidad, era muy madura para su edad y podíamos hablar de todos los temas con confianza. Al poco tiempo me empezó a hablar de Bruno. Siempre pensé que era un niño del colegio, hasta que intuí que era alguien al que sólo ella veía. Siempre pensé que la pereza es la razón por la que las personas no nos escuchamos unas a otras. Y, para mí, la intriga era más poderosa. Me empojó a profundizar un poco más en su imaginaria amistad y le pedía que me hablara de él, cosa que hacía con total naturalidad. Reflexioné y me di cuenta de que era mi deber ponerlo en conocimiento de sus padres. No sabía si ellos tenían nociones de lo que pasaba por su cabecita de niña y debían saber. Me dijeron que algo le habían oído a la niña, pero no le habían dado importancia. “Son cosas de críos”, me argumentaron. Yo, inexperta en ellos y con todo por aprender, decidí que era una gran oportunidad de ahondar en la educación infantil y sus múltiples variantes, dependiendo de la personalidad de cada niño.
Al tiempo, Andrea tuvo ilusión de ir a montar en barca por El Retiro. Los padres me dieron permiso para llevarla en mi coche, junto a su hermana Elena, para celebrar su cumpleaños y realizarle su capricho. Mi sorpresa fue que, en la parte de atrás, entre ellas dos; me aturdí al ver a Bruno, tal y como Andrea me lo había descrito. Le pregunté a su hermana y me dijo que ella no veía nada. Ahora, mi debate está en saber si he logrado ser sugestionada por los delirios de la mente de una niña, o que Bruno existe de verdad y ella y yo estamos más conectadas sensorialmente de lo que creemos.
[FIN]
