Son muchos los rincones con sabor vintage que tenemos en casa... La mayoría son fruto de nuestros hallazgos en mercadillos y también callejeros; de esas cosas antiguas de las que la gente, incomprensiblemente a veces, se desprende... Esa estantería de abajo era, en realidad, una galería de madera de una cortina que encontramos en una cuba. Muy larga, la dividimos en tres partes; esa que veis y dos pequeñas que irían juntas. Lo echamos a suerte, y cada una se quedó con "el lote" que le correspondió.
Aquí veis una de las de menor tamaño que, junto a la otra, forman una especie de friso "roto" con la ventana (pero es imposible de fotografiar...) Y si os fijáis en los cuadros de las señoritas, ambos los adquirimos juntos en un mercadillo, y de nuevo la suerte decidió quién se llevaba a quién... Por cierto, los de las flores también son del mismo lugar.
Igual que la pequeña ménsula, el oleo marinero y el busto de la doña, que, ambas tenemos.
Más de lo mismo para esta pequeña estantería que tuvimos que desmontar completamente y pintar para sanear, pero que ahora luce divina como pequeño expositor de las queridas gallinas. Por supuesto, todos los hallazgos de madera que hemos ido comentando han pasado previamente por chapa y pintura en nuestro taller, pero es parte de la emoción y el encanto, el pensar como redecorarlas para integrarlos en casa...
También esta mesilla que se encontraba abandonada en la calle, aunque parezca increíble, y que ahora forma parte de este espacio tan acogedor.
Mezclar nuestros muebles y objetos con los hallazgos, resulta de lo más inspirador; nos gusta respirar en casa un ambiente algo más ecléctico y con cierto aire retro, que por algo nos llamamos así...
¡FELIZ FIN DE SEMANA!