Mi rutina facial diaria (mañana)

 
Ya os hablé hace tiempo de mis básicos faciales, pero quiero volver a hacerlo porque he cambiado todos los productos y mis hábitos ahora son bien distintos. Vamos, que me cuido más la piel y además lo hago con gusto.
Como la entrada se puede extender mucho, voy a hablar sólo de lo que hago por las mañanas; para los cuidados nocturnos haré otro post. Los pasos que voy a enumerar no siempre los cumplo tal cual y los productos los suelo ir alternando, pero la esencia es la misma.
1. Limpieza:
 En primer lugar, cuando me despierto, me lavo la cara con un jabón que haga más o menos espuma. Ahora mismo estoy con el de té blanco de la marca griega de cosmética natural Korres. Es suave pero limpia eficazmente y el olor no está nada mal. Lo podéis comprar en las tiendas físicas que la firma tiene en Madrid y en Barcelona, en su web, en algunas parafarmacias, en algunos Cortes Ingleses, en la farmacia griega o en otras farmacias online. Yo lo compré en la parafarmacia Morlán, casi un par de euros más barato en que en sus tiendas. Aquí tenéis el enlace. En teoría vale para todo tipo de pieles, especialmente para las que tienen tendencia al acné. Otro gel que me gusta mucho y suelo usar es el de Apivita para pieles mixtas/grasas.
 2. Tonificar:
Esto de tonificar lo hago desde hace poco. Hay dermatólogos que opinan que es un paso innecesario porque la mayoría de los tónicos llevan alcohol y son irritantes. Pero, ¿cuál es la función de un tónico? Según los entendidos, elimina los restos de suciedad que no se hayan ido con la limpieza, cierra los poros, refresca la piel, la pone tersa y la prepara para recibir los tratamientos posteriores. Palabrería, quizá, pero el caso es que, usando los tónicos convenientes, la piel puede beneficiarse. O al menos eso es lo que yo noto.
Para elegir un tónico, mi recomendación es que huyáis de todos los que llevan alcohol, sobre todo en su forma más agresiva (alcohol denat) o perfume. Yo tengo la piel mixta con tendencia seca y ahora mismo estoy usando dos tónicos, que voy alternando según el estado de mi piel.
Para cuando no la tengo deshidratada y quiero refrescarla un poco, uso el de Apivita para pieles normales/secas sin alcohol (aunque algo llevará, porque huele fuertecito). Está formulado a base de miel, aceites de almendra y oliva y aceites esenciales de naranja, lavanda, neroli y geranio. 
Para los momentos en que me noto la piel más deshidratada por el frío o por lo que sea, uso el Ultra Facial de Kiehl's. Me lo recomendaron en una de sus tiendas por mi tipo de piel. Tampoco lleva alcohol y es lechoso, hidratante. Sus ingredientes principales son el aceite de hueso de albaricoque y el de aguacate. Lleva algunos químicos que no me gustan, pero nada de parabenes ni perfumes (innecesario esto último), así que, aprobado.
3. Sérum: 
Este paso también lo he incorporado no hace mucho, y es que una ya tiene una edad (28 años, concretamente) y tiene que cuidarse. Los sérums son fórmulas concentradas que tratan diferentes "problemas" de la piel. Basta con echarse dos o tres gotas en las manos para aplicarlo por todo el cutis. También se puede prescindir de ellos perfectamente cuando no se tienen arrugas ni nada, pero añadirlos a nuestra rutina a partir de los 25 años es un plus. Además, se puede tener la piel hecha una mierda independientemente de la edad que se tenga.

Para personas de menos de 35, por lo que he investigado, lo ideal es aplicarse un sérum hidratante o antioxidante. O sea, para pieles deshidratadas o normales-mixtas, como la mía, se puede probar con un sérum que hidrate potentemente para prevenir descamaciones y mantener la piel saludable.
En mi opinión, por las mañanas es mejor usar uno que hidrate, y por las noches, uno restaurador o antioxidante, aunque no lo hago siempre así. El primer sérum que probé para las mañanas es el de Apivita con aloe vera y ácido hialurónico, que está genial pero la relacion cantidad/ precio me parece inaceptable. Sólo trae 15ml. y cuesta 32€ en su tienda física (quizá trae tan poco porque, al ser natural, caduca a los seis meses y, si trae más cantidad, se nos pone malo, pero es que a mí me ha durado ¡un mes!). He de decir que yo compré éste y el antioxidante con vitamina C y arándanos, los dos por unos 41€ en la Parafarmacia Morlan; así que me salió cada uno por 20€ y algo, una cosa más normal.
Ahora estoy con el otro, el verde. Lleva vitamina C, arándanos, licopeno, rosa mosqueta, granada y própolis, así que la función antioxidante está asegurada. Me gusta mucho, creo que funciona y huele estupendamente. Llevaré echándomelo tres semanas, así que le quedan dos telediarios.
[NOTA: Los cosméticos con vitamina C son peligrosos si se usan en días de sol y no llevamos una alta protección solar, porque pueden provocar manchas].
Ahora le tengo echado el ojo a uno hidratante de Skinceuticals que he leído que es la bomba. Es el Hydrating B5 Gel Hidratante y lo tienen en la farmacia Morlan. Lleva hialuronato de sodio, "la forma de ácido hialurónico utilizada por los dermatólogos en sus intervenciones estéticas como tratamientos de relleno, para hidratar". Además, está enriquecido con vitamina B5. No sé si lo compraré, pero si lo hago, os contaré qué tal.
4. Contorno de ojos:
Es una de las zonas que más me preocupan porque, por lo menos en mi caso, es donde más se va notando la edad. Ojeras coloreadas, bolsas, patas de gallo... Son varios los problemas que pueden surgir en esta zona y hay que prevenirlos o ponerles remedio cuanto antes. Ya os he hablado de mis investigaciones y experiencias en cuanto a cremas de contorno de ojos, así que no me extenderé mucho más.
Para las mañanas, llevo utilizando desde la pasada primavera el concentrado reductor de ojeras de Kiehl's, con naranja amarga, Haloxyl y vitamina C. Hay veces que me cansa su textura, untuosa y granulosa, pero el resultado, para mí (de momento) es inmejorable. En días soleados, además, llevo siempre las gafas de sol.
5. Crema hidratante y protección solar.
Y ¡por fin! llegamos a la crema hidratante. Quienes no os pongáis tantas cosas en la cara, pensaréis que se me ha ido la pinza y debo de crearme todos los días un mejunje curioso (y asqueroso) en la cara, pero no. En cualquier caso, he de decir que cuando me noto la piel mal, con granitos o descamada, prescindo de tónicos y a veces también de sérums. Eso sí, la crema no puede faltar. Ya os conté aquí que ahora estoy con la Hidraphase Intense UV (antes XL) Ligera de La Roche Posay. Y, de momento seguiré con ella porque me va bien.

Ésta tiene un FPS del 20 pero, si no tuviera, me temo que, para salir a la calle, habría que añadir otra crema con una buena protección. O sea, nos pondríamos la hidratante con los ingredientes activos y luego la solar con sus filtros. En verano sí lo hago, además con un FPS +50, pero ahora que casi no hace sol y hay días en los que salgo a la calle cuando está a punto de anochecer, prefiero usar ésta que aporta hidratación y protege. (No toméis a broma lo del sol, porque se ha comprobado que es el factor número uno de envejecimiento celular y es lo que provoca más arrugas, más que el tabaco, que no ponerse hidratante o llevar una dieta inadecuada).
6. Tratamientos adicionales. 
"¿Más? Pero... ¿Tú estás loca?"- estaréis pensando. ¡No! Este apartado está dedicado a esos productos que utilizamos cuando nos sale un granito y lo queremos eliminar sin tocarlo. Sé que es difícil, pero funciona. A no ser que duela (cuando los granos duelen yo me los tengo que quitar tarde o temprano porque no lo soporto), lo ideal es ponerse un poco de alguna fórmula que nos ayude a secarlo y a rebajar la inflamación, y tener paciencia hasta que el grano, por increíble que parezca, al cabo de los días, se va reduciendo y desaparece solito. (Cuando duele también hay que echarlo, porque así la espinilla se hace antes y nos alivia un poco).

 Yo antes no me ponía nada en los granos, usaba casi siempre la técnica de "¡a la mierda!" cuando veía uno y me iba dejando la cara hecha un cuadro, con cicatrices que antes me desparecían casi sin problemas pero ahora parece que lo hacen con más pereza (¡Noo!). Por eso, hace poco, cuando me salió un grano horrible y gigantesco debajo de la nariz, que me dolía horrores, fui a la farmacia y pedí un producto de estos para granos localizados y me dieron el Normaderm de Vichy. A veces funciona, sobre todo piscológicamente, porque al dártelo, al menos parece que estás haciendo algo para eliminar el grano. En personas ansiosas como yo esto es importante porque ayuda a no tocarlos, y es verdad que cuando tengo cuidado, cada vez me salen menos, si acaso alguno en la barbilla pequeñico e indoloro. Eso sí, hay que usarlo con la piel lo más limpia posible y por la noche, porque algunos productos (como éste de Vichy) llevan ácido salicílico y pueden provocar manchas de sol, pero si hace falta porque el grano es muy rebelde, se puede usar varias veces al día encima de lo que sea (y al ser poca cantidad es raro que salgan manchas, pero apuntáoslo para cremas que llevan ácido salicílico o glicólico).
Y hasta aquí hemos llegado. Si habéis leído todo esto, ¡gracias! Me queda puntualizar que entre producto y producto lo ideal es esperar unos minutos para que se absorban. Parece una locura echarse tanto en la cara, pero desde que lo hago, tengo la piel mejor, excluyendo algún episodio de granitos aislados hormonales o alguna descamación de nariz y entrecejo por el frío o por irritaciones de exfoliaciones y demás. También os hablé en otro post de mi rutina de mascarillas y exfoliación, así que no voy a contar nada de eso.
Próximamente, mi rutina de cuidados nocturnos. ¡No os la perdáis!