Revista Infancia
El 22 de diciembre fue el día que escogimos mi esposo y yo para unirnos en matrimonio. Un día como hoy estaba yo con el corre y corre de la boda y de navidad a la misma vez. Decidimos hacer nuestra boda en el parque Luis Muñoz Rivera de la Ciudad Capital, San Juan de Puerto Rico. El mar nos cubría por un lado y la familia por el otro. ¿Qué mejor ambiente para unir nuestras vidas en matrimonio? Han pasado 8 años de ese mágico momento. Recuerdo que conocí a mi esposo uno de los momento más difícil que he pasado en mi vida. Acaba de terminar una relación con una persona con la cual estuve a punto de llegar al altar. Muy pacientemente mi esposo esperó más de un año, hasta que por fin me decidí en darle otra oportunidad al amor. Lo nuestro es un matrimonio que se basa en el respeto y además de mi esposo, es mi mejor amigo. Recuerdo en diciembre de 2011, en la sala de emergencia del hospital San Pablo en Bayamón, Puerto Rico. Mi esposo fue diagnosticado con un coagulo en su pierna y la Doctora me dijo que si no se le daba el tratamiento adecuado podían pasar una de tres cosas. Un derrame cerebral, un infarto o una embolia pulmonar. Esa noche me derrumbé como nunca en la soledad de mi automóvil de camino a la casa para buscarle sus cositas para su larga estadía en el hospital. Lloré como nunca y le pedí a Dios que yo no quería ni estaba preparada para ser madre soltera. Nuestra hija tenía tres años y no entendía lo que sucedía, pero preguntaba por papá todos los días. Yo solo le suplicaba a Dios que no me lo llevara. Hoy, después de ese horrible momento, 10 años juntos, una hija, un nuevo hogar en este hermoso estado que nos ha abierto las puertas y nuestro matrimonio de 8 años me siento más que agradecida por tenerlo en mi vida.
Mi sueño de navidad fue tener a mi esposo con nosotros y el tuyo ¿cuál es?