Algunos dicen que los sueños son proyecciones de otras realidades, otros dicen que son visiones del futuro o que simplemente son verdades a medias.
Yo quiero que juzgues mi sueños más raro.
La noche había caido hace horas. La universidad me entretuvo demasiado tiempo y ahora debo volver. Mierda seguro que aquel tipo está cerca, casi lo puedo sentir observarme.
Tomo mis cosas a la velocidad de un rayo y salgo como alma que lleva el diablo de la universidad. Los buses dejaron de pasar hace horas y solo me toca correr algunos kilómetros hasta mi edificio. Hurra yo.
Intento caminar actuando como si estuviera tranquila, pero los nervios no dejan de jugarme una mala pasada. ¿Y si la persona que me acosa está cerca? ¿Y si me secuestra? ¿Y si me está esperando?
Mierda, mi corazon empieza a acelerarse y no puedo dejar de pensar en que me estan observando. Un atajo. Necesito un atajo.
Pero el siguiente atajo es demasiado peligroso, la oscuridad lo invade y apenas puedo distinguir las casas, pero si no lo tomo me llevará una hora más hasta llegar. Decido tomarlo.
Me pongo a correr lo más rapido posible y escucho que alguien detrás mio empieza a correr tambien. Oh Dios, no era mi imaginacion. ¡Lo sabia! Mi corazon se acelera y no puedo dejar de correr. Solo la luz de la luna ilumina las calles, casi no se ve nada; puedo escuchar a personas conversar y algunas parejas aprovechar la oscuridad de la noche, pero sé perfectamente que ésta zona es peligrosa ¿Y si el tipo que me persigue conoce a estas personas?
Ahora no puedo dejar de pensar en que me han atrapado. Me detengo abruptamente a pensar un segundo hacia donde seguir, tres caminos, tengo tres caminos ¿Cual llevaba a mi calle?
Mierda. Mierda. Mierda. Me va a atrapar, estoy perdida, tengo que escoger uno ahora o me atrapará. De tin, marin… derecha.
Me pongo a correr de nuevo, o mejor dicho, lo intento, porque una mano me a alcanzado, me toma de la cintura haciéndome retroceder y con la otra mano me cubre la boca. El tipo me lleva retrocediendo hasta una pared de un edificio gigante y me tira al suelo detrás de un pequeño muro aun abrazándome. Mierda mierda mierda. Intento gritar, intento golpearlo, intento de todo pero es demasiado fuerte
– ¡Oye! Soy yo -dice en un susurro- quedate quieta por lo que mas quieras, soy yo
Un amigo. Una voz conocida.
Me quito su mano de mi boca con un manotazo y volteo a verlo, si es él. Dios mio, nunca en mi vida e estado tan feliz de verlo
-¿Que haces aqui? – digo en un susurro
– Te busqué por todos lados, eres difícil de encontrar- responde de la misma forma
De pronto vemos una sombra muy grande pasar, como si buscara a alguien, su respiración un poco agitada y mis nervios se ponen de punta. Es él. Yo lo sé. Estamos atrapados. Me encontró