Revista Opinión
La tía Charito está que se sale. Esta semana está empeñada en sacar la mantilla y los tacones de los días grandes, porque, como lleva diciendo desde el martes pasado ¨esto es muy grande ¨. Si no fuera por la semana de agua que llevamos, y porque es poco glamouroso salir a la calle con mantilla y con paraguas, ya habría salido a celebrar el acuerdo de la izquierda por todo lo alto, otra cosa no será, pero ella estilosa más que ninguna.
Lleva toda semana diciendo que ya era hora, que ¨mi chico ¨, así llama a Alberto Garzón, y Pablo Iglesias se tomarán un botellín de cerveza, que es lo mismo que la firma protocolaria que hicieron en el congreso el maniquí y el Rivera, pero más de los nuestros, y en la calle, que es donde están los problemas y la gente, me aclara durante la llamada telefónica diaria a primera hora de la mañana.
Mi tía Charito también lloró de alegría cuando vio el abrazo de Sol, eran tantas las ganas que tenía de ver algo parecido, que se pasó toda la tarde llorando, y aunque como ¨su chico¨, así llama a Alberto Garzón, de guapo, de bien hablado, de listo... Ahora Pablo Iglesias Jr, que así le llama, le parece mucho mejor que antes, quizás por su punto ¨canalla¨ de chico de barrio, y me dice que si hubiera tenido dos hijas, ¨no me hubiera importando tener a estos dos como yernos ¨, pero como no tuvo hijas, ni hijos, ¨me tendré que conformar con votarles ¨, me aclara.
Desde que se quedó viuda, Charito entró a formar parte de eso que se llama redes sociales, y por ahí anda dando caña y proclamando su alegría a los cuatro vientos, su apoyo a la esperanza. Pero tú has visto, están atacados del coño, están nerviosos, están que no paran..., nos espera unas semanas de traca, bueno y cuando ganemos, que vamos a ganar, ya ni te cuento...
Hoy me ha contado que piensa participar en la campaña electoral, que ya se ha comprado un paquete de folios y dos rotuladores, y que mientras ve Canal Sur, ella es mucho de la copla, va a escribir mensajes electorales para meterlos en los buzones de sus vecinos, uno por día, uno por vecino. Me confiesa que el logo de Podemos ya lo tiene dominado y que ahora está con el de Izquierda Unida, el de Equo no tiene secretos para ella.
La tía Charito ya tiene claro su vestimenta para acudir el día veintiséis de Junio a la urna, como no va a llover, ¨me planto la mantilla y los tacones negros como en las fiestas grandes, que ese día esto va a ser una fiesta ¨.