Nuestro último cliente tiene el televisor en el salón sobre una inmensa pared vacía, le aterroriza integrarla, una gran equivocación. También nos encontramos muchas veces que para no poner el televisor en el salón, lo colocan en una habitación llamada "salita" más pequeña, abandonando el salón a la oscuridad y tristeza, nunca lo hemos entendido. Queramos o no, la tele nos acompaña en nuestras vidas, nos informa, nos entretiene, nos enseña y sobre todo para mucha gente nos acompaña. Quitémonos ese complejo o vergüenza de esconder la tele, colócala en el mejor lugar de tu casa, tu salón, intégrala con el resto de los muebles, en la pared rodeada de tus cuadros y fotografías, es su lugar.
HASTA MAÑANAMasabel González