Ya os he comentado en muchas ocasiones que me encantan los aceites y cómo los utilizo incorporándolos en mi día a día, especialmente en mis faraonismos de domingo para mis baños relajantes, en los cuales lleno la bañera de agua muy caliente y le añado un buen chorro de aceite de lavanda de Weleda, que es la marca que utilizo habitualmente para ello.
Pues bien, hace poco he descubierto sus aceites para masajes, yo utilizo el de árnica para aplicarlo en las articulaciones que tengo afectadas por mi artritis (rodillas y hombros), además de en la zona lumbar, que normalmente me duele mucho, me lo recomendó una de mis tías que trabaja profesionalmente dando masajes con ellos y me regaló mi primer frasco de aceite de árnica, que desde entonces se ha convertido en un imprescindible en mi mesilla de noche.
Este tipo de aceites inducen muy bien el calor en el organismo, y tan solo es necesario aplicar unas gotas para cubrir toda la superficie a tratar, por lo que se emplea muy poco producto y duran muchísimo.
Todos los amantes de los productos de belleza natural, contamos en esta marca con un gran aliado, pues además de los aceites de Weleda de los que siempre os hablo, también podemos encontrar un amplio abanico de productos de cuidado e higiene para nuestro día a día, desde cosmética facial y corporal a champús, geles e incluso desodorantes para la higiene diaria, en casa de mi hermano mayor ya sabéis que sólo entran este tipo de productos desde que empezaron a orientar su vida a un estilo más sano y saludable, algo por lo que todos deberíamos apostar, también en el ámbito del cuidado personal.
Ahora que se avecina la temporada de invierno y, con ella, la llegada del frío y la bajada de temperaturas, las pieles más sensibles son las que más sufren y, por tanto, las que ás cuidado necesitan, y una buena opción es también optar en este caso por la cosmética natural, en cuya rutina pueden incluirse también los aceites que os comentaba al principio, ya que además de para masajes se pueden aplicar al cuidado facial y corporal, como el aceite de granada, de onagra, el de espino amarillo o el reconocido de rosa mosqueta, del cual pueden añadirse unas gotas a la crema de tratamiento de noche para reforzar el efecto nutritivo, protector e hidratante para las pieles más secas y sensibles.
En este artículo podéis ver también cómo un pequeño masaje en las pantorrillas antes de ir a dormir puede facilitar el sueño y ayudar a aquellas personas que sufrís insomnio u os cuesta conciliar el sueño, una razón más para tener siempre un frasquito de aceite de masaje cerca. Yo, desde luego, estoy encantada de haberlos incorporado a mi rutina diaria.