Recuerdo que hace ya un tiempo os hablé sobre los diarios y los sketchbooks. Es más, algunas recordaréis que durante un año estuve haciendo un diario ilustrado donde en vez de escribir mis semanas con palabras dibujaba todo lo que había hecho o lo que había ocurrido (aunque finalmente lo hice privado). Este proyecto me encantó, porque aprendí que da igual si sabes dibujar o no, lo que cuenta es el hecho de hacerlo, sin importar el resultado. Pero también me di cuenta de que yo necesito escribir. Necesito llevar un diario escrito donde poner en papel mis pensamientos. Me ayuda mucho a tomar decisiones, a mirar las cosas desde cierta distancia, a desahogarme. Así que empecé a incluir entradas tipo diario en mi bullet journal. Más adelante, cuando cambié mi Leuchtturm 1917 por un Traveler’s Notebook, dejé un recambio sólo para usar como diario (y después anoto en el día correspondiente de mi bullet journal que escribí algo, para tenerlo localizado). ¡Pero había dejado de lado la parte más artística!
Empecé entonces a buscar inspiración para retomar mi sketchbook y fue así como descubrí los art journals. Un art journal no es más que un cuaderno de arte que mezcla lo que sería un diario con un cuaderno de dibujo. Es decir, no sólo escribes, si no que dibujas cosas, ilustras frases, pegas recortes… puede ser todo lo personal e íntimo que quieras. Puedes utilizar mil materiales o sólo dos o tres cosas. Aunque mi primera incursión en este mundo fue a través de Pinterest (cómo no), pronto descubrí que hay miles de estilos posibles para hacer tu art journal y que es una forma increíble de mezclar un diario con algo más creativo.
Como me conozco, quería probar si esto podía ser para mí antes de comprometerme y añadir un nuevo recambio a mi Traveler’s Notebook. Casualmente tenía un cuadernito de Nathalie Lété en un cajón, que en vez de regalar o vender he decidido utilizar como art journal para documentar este verano. ¡Y estoy contentísima! No tengo ni idea de si terminaré el cuaderno completo (tiene unas 120 páginas y me parecen muchas), pero me lo estoy pasando como una enana. Esto es lo que voy a ir añadiendo durante el verano:
– Fotos, tickets y papelitos varios que representen los sitios a los que he ido este verano y las cosas que he hecho.
– Dibujos (a veces los hago en folios y luego los recorto y los pego porque las hojas del cuaderno son muy finas).
– Páginas con texto, contando experiencias, pensamientos…
– Flores, plumas y hojas.
Sobre los materiales, he decidido lanzarme a la piscina y usar todo lo que tengo a mano: acuarelas, lápices, bolis y rotuladores, ceras, etc. Estoy harta de esperar al “momento adecuado” para utilizar tal o cual material. El momento adecuado es ahora, ¿de qué sirve tener todo eso guardado? ¡Las cosas están para usarlas!
Está resultando muy liberador utilizar todo lo que se me ocurre cuando hago una página. A veces obtengo mejores resultados, otras peores, pero es muy divertido (y me está ayudando a saber cuáles son las herramientas que van conmigo y cuáles no).
Por supuesto, no he dejado de escribir mi diario personal, que es algo muy diferente a este proyecto. Un art journal está hecho para mirarlo una vez que está terminado, mientras que con el diario personal evito volver a leer lo que escribí, o si lo hago es muy de vez en cuando.
La idea es haber cogido soltura y experiencia cuando termine el verano para poder integrar muchas de las cosas de un art journal en mi diario personal (quizá así tenga más ganas de volver a leerlo o de compartir lo que hago). Y conseguir algo así. Inspirador, ¿verdad?
No puedo dejar de recomendaros que probéis a hacer un art journal este verano. No es necesario que tenga cientos de páginas, ni que compréis un cuaderno (os podéis hacer uno en un momento), pero de verdad: probadlo. Yo me lo estoy tomando súper en serio y procuro buscar siempre un ratito para ir completando páginas. No siento ninguna presión por si queda mejor o peor, sólo quiero disfrutar de la experiencia.
Si necesitáis inspiración para empezar, aquí os dejo algunos enlaces a sitios y cursos que a mí me han ayudado a perder el miedo:
– Journal Obsessed. ¡La de sitios maravillosos llenos de fotos de cuadernos que hay en Tumblr! Es el nuevo agujero negro de mi tiempo, jajaja. Me encanta esta página porque comparten muchos estilos distintos de diarios y art journals, no todo tienen que ser dibujos, no sólo texto es aburrido ;)
– Alisa Burke (que ya sabéis que me encanta como artista) tiene dos cursos específicos para las que quieren empezar y mejorar su art journal, además, ahora están rebajados. Tengo claro que voy a hacer uno, lo que no sé es cuál de los dos.
– Y ya si queréis inspiración en vena y pasar horas entre las páginas de otros diarios, id aquí.
Si alguna de vosotras hace un diario de este tipo, me encantaría verlo, ¡quiero que llegue ya el final del verano para poder verlo completado! :D
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