Mi valoración sobre el D.O. Priorat

Al catador que no es buen oledor, le falta mucho de lo mejor (refranero del vino)

Los vinos del Priorat no conocen el frio, la historia se remonta varios años atrás cuando tenia en mi portafolio vinos de la Bodegas Pinord S.A., firma del Penedes que tambien produce un vino tinto biodinamico el Priorat el +7, en esa entonces traia la etiqueta un emblema de bio, girando en la onda de los vinos naturales, lo cierto es que el vino tenia una mala vejez, si entendemos que dos años de guarda fuera eso.

Hace unos meses tuve la dicha de conocer en Facebook a Mar Galvan con quien hice migas y me invito a un recorrido por su casa, la zona del Priorat, a no mas llegar a mi hotel en Torroja fui directo a un bar y me agencie una botella de tan preciado liquido, escogi un Aònia de Llicorella Vins, al dia siguiente tome la bicicleta, pedalie 12 Km. y fui a parar a Escala Dei, un villorio pintoresco con un par de bodegas de vinos, deambule de aqui para allá hasta que me decidi a entrar a un elegantisimo local tipo vinoteca donde probe dos vinos, la sensación con el primero era que estaba picado, de la copa salia un tufillo a vino malogrado, al decirle al encargado mis impresiones, este reviso el vino y me dijo que estaba bien, lo probe y efectivamente sabia bien, pero fue un campanazo de alerta, al otro dia me fui a Porrera a visitar el Celler Clos Dominic con vinos de mas de 90 puntos de Parker, a las tres de la tarde llegue directo a la sala de catas, que queda debajo de la zona de elaboración, con el primer vino me encontre el tufillo de marras y al expresar mi opinión, no cayo bien en medio de un grupo de escandinavos que se encontraban de visita y admiraban estos vinos, el lider del grupo me pregunto con sorna, con que criterio deberia escoger el vino para la cena, yo le respondi que antes de decidirse por un vino, deberia escoger mas bien, con quien se tomaria el vino, el ambiente se distensiono y la discución se dio por terminada, despues me invitarón a recorrer las viñas y nos despedimos en los mejores terminos.

En Clos Figueras me llamo la atención que el deposito subterraneo donde se guarda el vino tenia la misma temperatura del exterior, me parecio curioso que no tuviera aislamiento termico y la idea de falta de frio empezo a rondarme por la cabeza. En cambio la bodega Gran Clos lucía distinta, habia un despliegue de recursos tecnicos y despues supe que cuentan con equipos de refrigeración y sus vinos no presentan en mi concepto ningún problema.

Mi correria incluia una visita a El Lloar (Priorat) visitando la joven Bodega Clos 93, llegue como se dice en el argot taurino en plena faena, la prensa oprimia el mosto y estaba en pleno funcionamiento, el jugo de la vid chorreaba y lo inundaba todo, la tarde era hermosa, el sol resplandecia y el ambiente estaba electrizado por la febril actividad, una bomba empujaba el liquido por las mangueras llenando los depositos, los insectos revoloteaban, los aromas fermentados tambien y parecian que no alcanzaban los brazos ni las fuerzas para manejar todo ese cumulo de cosas y, yo como invitado a conocer la bodega llegue en un momento totalmente inoportuno, me sentia como un intruso y no sabia si ayudar o salir corriendo para no interrumpir, mi estancia fue breve pero suficiente para refrendar la celebre cita que el proceso creativo ”son cinco minutos de inspiración y muchos horas de transpiración”.

Rapidamente por la premura del tiempo bajamos a la cava con Josep Maria y destapo una botella Vino tinto L'INTERROGANT 2012 Priorat, en nariz me parecio que tenia una simetria con un vino de otra bodega que habia catado antes, el Serras del Priorat y me dijo llanamente que si, que compartian el mismo enologo y por esta razón podia presentar algunas semejanzas, estado allí me di cuenta de la titanica labor que implica hacer un vino para el mundo, desde un apartado rincón de Cataluña, que tiene no más de un puñado de habitantes y que sin embargo tiene la presunción de conquistar los paladares del planeta entero.

La impresión que me quedo del Priorat, es que pequeñas empresas hacen muy buenos vinos con un proceso artesanal y necesitan para poder sobrevivir, de tecnificar su proceso de producción.