Revista Animación
Hace unos días veía El viaje de Chihiro, del mismo director y quedaba encantada con la capacidad de Hayao Miyazaki en crear mundos fantásticos, con una calidad impresionante de dibujo y de meterte en una historia de fantasía de animación y disfrutar tremendamente. Ya había visto Porco Rosso, otra de sus películas, y me había encantado también. Y ayer pude ver esta película que para mí supera a las dos que he mencionado antes con creces, he disfrutado como una niña con Totoro y el "gatobús".
Un profesor de arqueología en la universidad se traslada con sus hijas a una casa situada en el campo y que parece estar plagada de fantasmas. La madre está ingresada en el hospital porque está enferma y no puede moverse todavía. Las niñas, Mei y Satsuke, son un cielo, yo me enamoré de Mei nada más verla, y te transmiten una felicidad y energía increíble. En lugar de asustarse por la posible presencia de fantasmas, lo toman como un juego e incluso como una bendición, ya que solo las personas con un corazón puro pueden ver a estos fantasmas.
Un día totalmente normal, mientras Mei juega en el jardín ve a un Totoro blanco que se mete en la frondosidad del bosque. Ésta le sigue y se mete en un mundo de fantasía que nos atrapará a nosotros también. Los Totoros son tres fantasmas del bosque que viven bajo un gran alcanforero y que empezarán una amistad con las niñas. Después aparece el gatobús, cuando lo vi me hicieron los ojos chiribitas, cuánta imaginación tiene el director, ¡y qué bien la usa!
Leí que Miyazaki también había participado en La tumba de las luciérnagas, que es terriblemente triste; vaya contraposición. No obstante, para mí son obras maestras y estoy decidida a ver todas las películas en las que haya colaborado. Por cierto, Mi vecino Totoro fue elegida como la mejor película de animación de la historia, a mí me ha entusiasmado. ¡Por cierto! En la portada de la cinta solo sale una niña porque en principio la historia se había planeado así y después la cambiaron pero no así la portada. Curioso.
Nota: 9
Lo mejor: Este tipo de historias encuentran mi yo más fantasioso y me hacen volar.
Lo peor: Me hubiera gustado que el Gran Totoro saliese más en la película, cada vez que salía me salía una gran sonrisa.