La hice en 1996, con La Cachorra, una banda con mi hermano Federico en batería, mi sobrino Lucas en primera guitarra, Carlos Alcalde (hoy en Retina Multimedia) en bajo y yo en voz, guitarra y teclado. Fue lo primero que grabé en estudios, así que disculpas por los apuntes desafinados que escuchen. No sé por qué me dejé influir por Roxette en el arreglo que dice "lara, la, la, la, lara...". Hoy quedaría mejor, en su lugar, el pegadizo y seductor "Hold me, love me" de I'm free.
La música es una forma bella de catarsis de comunicación no visual. En 1993 tuve mi primera experiencia como banda en La Tripa (Buenos Aires), con ex compañeros de la Austral que hicieron un buen recorrido, como el periodista Hernán Iglesias Illa en batería y el fotoperiodista Juan Hein en armónica, entre otros. Luego, aquí en Mendoza en el 2003, en Los Culpables de la Verdad (le puse ese nombre para reírme del eslogan de Los Andes de aquellos tiempos, que era "el papel de la verdad"), con los periodistas Roli López (batería), Pablo Bekerman (teclados) y el hoy director de Mdz Radio, Ricardo Montacuto (bajo).
¿Qué podrían hacer hoy los diarios digitales? Publicar en la home todas las versiones que existen de la Marcha de la Vendimia (por supuesto, excluyendo la de mi, por esa desafinada inicial).
Toda la vida tiene música. Porque comunica con belleza y amor (a la verdad, también).