Nosotros nos medicamos poco. Pero precisamente hoy a menos de 48 horas de llegar a Nueva York, a David le duele un oido, otitis. El médico le ha recetado un antibiótico en gotas. Yo al principio estaba preocupada, los americanos son muy exagerados en los controles de la aduana. Pero parece que no hay ningún problema si el médico prescribe por escrito la necesidad de tomar ese producto y qué es. Así que lo llevaremos en una bolsita con el papel y espero que pase al otro lado.
Ya sé que para entrar en un vuelo hacia EEUU nos van a mirar la maleta, los zapatos y hasta los empastes. Pero que le vamos a hacer, "quien algo quiere algo le cuesta". Mientras no me cacheen. He pensado no llevar nada metálico, ni en la ropa interior, no vaya que tenga que quitarmela. Moisés se lleva hasta la escritura de la casa, una nómina y otras cosas de ese calibre, porque aconsejan que lleves algún documento que acredite tu arraigo a otro pais, ¡no vaya que crean que quieres quedarte en USA! En fin, que con tanta historia estoy un poco inquieta, además del miedo que le tengo a volar y además son 8 horas. HORROR. Estaba pensando en la posibilidad de tomarme un tranquilizante, pero eso tendría que ser antes de pasar la barrera.
¿Os acordais de esa película de Mister Bean cuando llega al aeropuerto? Espero que mi hijo, que la ha visto, no haga ninguna tontería.
Continuará...