Tras un desayuno algo más aceptable (porque robé el postre de la cena y lo usé para desayunar) tenían que rellenar la mañana en una ciudad donde ya habíamos visto todo lo que había que ver, salvo el metro, que era por la tarde. Así que nos metieron en una galería de arte ruso, la Galería Estatal Tretiakov.
No es que me llame el arte ruso, pero estuvo bastante bien por un detalle importante: había que dividirnos en dos grupos y fui de las que se apresuraron a ponerse con la otra guía que mandaron para dar el tour. Ella era más amena y contaba cosas menos técnicas y más interesantes. Además, no hablaba como si se aburriera de sí misma.
Por desgracia, con ella solo estuvimos en esa visita y luego volvimos a la otra. Pero bueno, estuvimos como dos horas en el museo y no estaba mal. Vimos el arte ruso antes (los clásicos iconos) y después de Pedro I, contándonos cosas interesantes en todas las salas, hasta el impresionismo, que nos dieron opción de visitar por nuestra cuenta.
Para hacer tiempo hasta la comida, nos llevaron al puente de los candados, repleto de recién casados y sus cortes, y a un monumento que representa la amenaza de los vicios adultos sobre los niños.
Metro de Moscú
La comida fue aceptable (¡menos mal! diré que pasé hambre todo el viaje, ¡y encima engordé!) y luego nos llevaron al metro de Moscú. Las primeras estaciones eran bastante sobrias, sí, mucho mármol, pero no tenía nada de interés. Luego fueron mejorando un poco con esculturas, vidrieras y mosaicos, todos muy orientados al adoctrinamiento de los que pasaran, pero nada lo suficientemente espectacular como para justificar esa inmerecida fama. Es curioso ver un metro tan decorado, pero más allá de eso y teniendo en cuenta que no nos explicaron las cosas que tenían potencial... Aunque claro teniendo en cuenta que en Moscú no hay nada que hacer, es visita obligada.
Calle Arvat y vuelta al hotel
Nos soltaron a las 4:30 en una calle comercial famosa, la calle Arvat. Era eso o ir al hotel. Recorrimos por nuestra cuenta toda la calle en busca de algún souvenir razonable y marcapáginas en los que gastar el poco dinero que había cambiado, pero no había muchas cosas no cutres (y las que había tenían precios prohibitivos), aunque sí que encontré un imán que era bastante mono.
Luego visitamos el Parque de Alexander y dimos una vuelta por allí. Pasamos por la plaza Roja después: estaba peor que el día anterior porque las gradas llegaban más alto. Además, saliendo de la plaza, había un concierto y estaba una multitud bastante agobiante que hubo que atravesar para cruzar el puente.
Luego, caminamos más de una hora hasta el hotel y vimos un par de cosas bonitas, pero sigo diciendo que Moscú no me aportó nada.
Mi problema con Moscú
Deduciréis por esta entrada y su predecesora que no me gustó nada la ciudad. Al margen del chasco de no poder ver la Plaza Roja (¿a quién se le ocurre, teniendo un único punto de interés turístico de fama mundial gratuito, taparlo con gradas?) me encontré con una urbe que podría ser cualquier ciudad europea pequeña. Muy bonita, increíblemente limpia y casi libre de publicidad, sí, pero yo cuando viajo busco, en este orden:
- Lugares de interés histórico
- Lugares de interés cultural
- Sitios bellos y sorprendentes
- No tiene historia y la poca que tiene, la de la URSS, no te la cuentan más allá del discurso oficial y políticamente correcto. En el viaje, lo único que se mencionó fue que Stalin era un monstruo (sin decir qué hizo para serlo), que Lenin era el ideólogo del partido (sin entrar en detalles), cómo distribuyeron las viviendas tras la caída de la URSS y qué acontecimiento desencadenó la caída "oficial" de la misma. ¡Hasta me vi en la situación de explicar a los viajeros yo cosas que deberían haber explicado en el tour, y eso que yo de historia soviética no soy experta! Sobre lo que había en Moscú antes de Pedro I tampoco se dice mucho, porque casi no queda nada y los soviéticos se lo cargaron todo.
- Apenas tiene cosas culturales, es como si se hubieran condensado todas en San Petersburgo.
- Es bonita, pero no sorprende. Lo único que logró que pensara "Guau" es una catedral (la de san Basilio) y un mercadillo falso (el de Izmalovo, ya llegaré a eso).
Consejos y curiosidades para viajar a Rusia
La comida en Rusia:
Mención especial a la escasez de chocolate
Si quieres leer más consejos y curiosidades para viajar a Rusia y cómo fue mi último día allí, puedes leer la siguiente entrada:
