Mi viaje por Holanda, Bélgica y Alemania: Qué comer, qué hacer, alojamiento...

Ya vistéis en mi Instagram que a primeros de Agosto me pegué un señor viaje con Manolo pasando por Holanda, Bélgica y Alemania. Mi madre y mi hermana se ofrecieron a cuidar a nuestras niñas y la verdad es que nos vino de perlas.Tampoco queríamos abusar, así que fueron 4 noches fuera...¡y no imagináis cuánto nos cundió!Así que hoy vengo con todos los detalles del viaje, por si estáis pensando hacer una escapada de este tipo.¡Vamos al lío!

1. Los vuelos. Desplazamientos por Holanda, Bélgica y Alemania.

↠ Volamos con Ryanair (pillamos una oferta muy asequible), pero pronto comprendimos porqué esta cadena tiene esa MALA FAMA. Nuestro vuelo se retrasó 4 HORAS, así que perdimos todo este tiempo en el aeropuerto de Málaga, tuvimos que comer allí y llegamos a Alemania a las 7 de la tarde y, por tanto, a Amsterdam (donde teníamos la primera estancia) de noche.

↠ Alquilamos un coche con Europcar y la verdad es que fue genial. Gracias a su GPS teníamos información de los límites de velocidad en cada país, rutas más aconsejadas, obras en autovía...la verdad es que Manolo es un valiente porque a mi me da miedo conducir en países que no conozco...pero él se anima con todo. Así fue cómo nos movimos en estos días. La gasolina es más cara que en España - en general - siendo Bélgica de los tres países, el más caro para repostar (así que si hacéis rutas parecidas podéis aprovechar para repostar antes).
↠ A pie o en transporte público fuimos el resto del viaje, por las ciudades de Amsterdam, Gante, Brujas, Bruselas y Aachen, que son las que visitamos. Aunque para ir al centro de Amsterdam (y volver) compramos en un SPAR una tarjeta bono que servía para moverte (indistintamente) durante un día en bus, tranvía o metro.

2. Los hoteles. Alojamiento.

La verdad es que no tengo queja de ninguno de los tres hoteles que os citaré, pero ME ENAMORÉ del Teleport de Amsterdam. Los pasillos y puertas, la decoración, la entrada, el ambiente... lo hacían muy pintoresco (eso sí, urbanamente pintoresco) y genial. Os dejo unas fotos:

Los pasillos las puertas con vinilos, cada una con un detalle característico del país y su cultura.

El dormitorio, muy mono también.

...y a lo mejor os parece una chorrada, pero para mi, que tuviéramos en la habitación una cafetera con sus cápsulas, su azúcar y un hervidor...¡me dio la vida! (jajaja). Los otros hoteles fueron el NH Sint Peters, de Gante y el Innside Aachen de Aachen (Aquisgrán). Como os he dicho antes, todos estupendos, aunque de estética más típica, pero igualmente cómodos y con un personal super atento.

3. Qué ver: tour express.

Como os podéis imaginar, quisimos aprovechar mucho el tiempo para ver lo más característico de cada ciudad. Os cuento qué fue:
↠ En Amsterdam hicimos el recorrido por los canales, paseamos por el centro y visitamos el museo Rijsk, donde pudimos ver (además de muchas otras cosas interesantes) obras de Vermeer, Rembrandt y Van Gogh. 

 

En el Risjmuseum hay una biblioteca ESPECTACULAR.

↠ En Brujas  volvimos a hacer un tour por sus canales. Recorrer la ciudad es fácil, porque es muy pequeñita y está llena de rincones especiales para disfrutar y echar fotos. Sus cafeterías tienen muchísimo encanto, hay muchas tiendas de pasteles, chocolates y recuerdos e incluso visitamos un mercadillo de artesanía y rastrillo.

Chocoholic: Muy identificada.
 

 

↠ En Gante  recorrimos su centro histórico dando un paseo, al igual que en Bruselas, donde vimos la famosa Grand Place y el Maneken Pis.
 
Centro de Gante

Grand Place (Bruselas)

↠ En Aachen (Aquisgran) recorrimos su centro histórico dando un paseo y visitamos el Ayuntamiento, que data del año 800.
 

La catedral es preciosa, pero no nos dejaron pasar porque había misa e interrumpen las visitas por este motivo.

4. Qué comer.

Lo primero de lo que voy a advertiros es que los precios de la hostelería, comparados con España son MUY CAROS. De manera que cualquier plato (incluyendo por ejemplo, una ensalada, que solía yo pedir para cenar) te ronda los 25 euros en los tres países. Eso sí, de calidad y cantidad estaba buenísimo...

Ensalada para mantenerte 3 días que me sirvieron en Gante.

Algo que no puedes dejar de probar en Bélgica son los MOUSSELS (mejillones al vapor) que sirven acompañados de patatas fritas.

Por la mañana, en los hoteles, aprovechaba para comer fruta, y así tomar cosas más saludables...

...porque reconozco que el resto del tiempo, entre los pastelitos tan ricos y lo típicas que son las patatas fritas en Bruselas y Alemania...cayeron bastantes caprichos...

4. Qué hablar: una anécdota.

INGLÉS. Si sabes algo de la historia de Bélgica, sabrás que la mitad (aproximadamente) de su población es francófona, pero lo cierto es que salvo en Bruselas, en el resto de las ciudades que visitamos nosotros todos los carteles, cartas y el personal de hostelería hablaba en flamenco (o en inglés). De manera que, si te pasa como a Manolo (que domina el francés) vas a tener poco tiempo de practicarlo. ¡Y ojo con el acento de los alemanes, que como hacen la R gutural, tiene telita!...os dejo una anécdota que compartí por Stories...

¿Habéis estado en Holanda, Bélgica o Alemania? 
Espero que este post os sea útil si os anomáis a visitarlas.

¡BESOS!