"Mi vida como un perro" (Lasse Hallström, 1985)

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Unos años antes de títulos tan bien acogidos popularmente como "Las normas de la casa de la sidra" (1999) o "Chocolat" (2000), el director sueco Lasse Hallström llamó poderosamente la atención de crítica y público con esta adaptación de la novela de Reidar Jönsson en la que se cuentan las idas y venidas de Ingemar, un peculiar chico de 12 años que se enfrenta a los primeros vaivenes de su adolescencia. Aunque la película tiene siempre como trasfondo el drama está planteada como una comedia a veces absurda y con un marcado toque extravagante y provoca en el espectador una sensación agridulce que después es difícil de olvidar porque emocionalmente te conquista. Esta contada con mucha sensibilidad, regodeándose a veces en lo tragicómico, con una estructura aparentemente deslavazada de escenas yuxtapuestas (que no lo son tanto porque en conjunto dan una visión muy completa de la vida adolescente del chaval), con una fotografía luminosa y acompañada por una melodía melancólica muy emotiva. No puedo entender como este tipo de películas caen en el olvido o son tan difíciles de ver o conseguir porque, aunque la entenderá mejor un adulto, es muy recomendable para casi cualquier público. Obtuvo dos nominaciones en los óscars (mejor director y mejor guión adaptado).