…pero para nada lo es y tampoco me pretendo justificar. Mi vida es mía y yo decido como vivirla.
Cuando te escribo, publico fotos o hago comentarios en las redes, no es para fastidiarte ni para demostrarte nada. Y he decidido escribir al respecto ante la pregunta de una clienta, en una sesión de coaching: “Ella ve imposible vivir la vida que quiere. No es capaz de tomar acción si no es lo correcto dentro de su percepción de la palabra. Y todo iría bien si realmente lo quisiese así pero quiere cambios, quiere confiar en sí misma, necesita descubrir que su vida es suya y ella debe decidir por si misma. No es fácil pero tampoco imposible. Y claro! cuando vio mis fotos me dijo que sentía contradicciones: por un lado, envidiaba mi actitud, por otro, veía una vida perfecta…”
Y yo te digo que mi vida no es perfecta para ti, mi vida es mía. Mi vida no es para que la compares con la tuya, más bien es para que sientas que, cada uno, puede vivir la vida que quiere si toma acción para lograrlo. No es una panacea, no es un invento, no es algo imposible, no es sentarse en una silla a esperar que suceda. Es un hecho que decido llevarlo a cabo, genero cambios con lo que no me gusta o no es de mi agrado, pongo toda la carne en el asador para lograrlo y doy pasitos para que mi actitud no decaiga por el camino.
Hace años a lo mejor si me escondía bajo un caparazón pero hace mucho que esa actitud forma parte de mi pasado. Y es así por dos razones:
- Porque vivir la vida de otros es vivir en una tensión constante.
- Porque vivir la vida de otros es vivir sin aire y sin libertad.
Muchas veces nos escudamos en las normas, en la sociedad, en lo políticamente correcto y eso nos hace vivir atados a actitudes que no van con nosotras y con nuestra forma de vida. Actitudes que nos agobian, nos ahogan, nos hacen ir a una velocidad inaguantable y nos desgastan las emociones a pasos vertiginosos. ¿No te sientes así por momentos?
Ahí entran en acción mi blog, mis fotos y cada una de mis letras publicadas. Para que veas que decidir vivir tu vida no implica tener trabajo fijo, un chalet en la playa y miles de euros en el banco. (No tengo ninguna de las tres cosas ;) y sin embargo, vivo la vida que quiero, con mis momentos buenos y no tan buenos. Mi vida es mía y está equilibrada a mi manera, a mis necesidades.)
Ojo! Que no digo que sea malo tener una casa en la playa o miles de euros que ayuden a vivir sino que no es realmente necesario, me explico?
Cada publicación es una realidad honesta y sincera para que veas y leas que todo se puede, si realmente lo quieres. Y que todo es cuestión de actitud.
De nada vale querer sin sentir porque entonces no se conseguirá.
Y, ¿cómo saber si realmente quiero ese algo?
Si lo piensas, lo sientes y lo verbalizas con la misma intensidad, entonces… adelante!
Lucha por ello!
Eso sí, hazlo en momentos en los que no tengas ruido mental porque, muy probablemente te harán dudar y volverás a las rutinas… “a lo de siempre”. A las frases: “no me queda otra”, “no tengo alternativa”, “es que no puedo…”.
Reconoce honestamente que tienes miedo, que no sabes hacerlo. No es imposible.
Tómate tu tiempo.
Si desconoces las herramientas necesarias para desarrollar tu Plan de Vida Sostenible, escríbeme a [email protected] y descubrirás cómo poder hacerlo.