Tú eres el producto de mis noches.
Tú eres la sensación sin reproches.
Tú eres la medida de mis enojos.
Tú eres la fatiga de mi vientre en las noches de soledad.
Tú eres mi recuerdo más dulce.
Tú eres la angustia de mis sueños.
Tú eres esa melancolía que anida dentro.
Tú eres es veneno adictivo que me invita a pecar.
Tú eres la piel que me subyuga.
Tú eres mía.