Para la suerte de todos los que se quedaron hasta las 2 de la mañana siguiendo a Roger Federer [3], el suizo pagó con creces e hizo las cosas muy rápido en su partido frente al belga Olivier Rochus [Q], a quien barrió fácilmente por 6-3 y 6-1, en apenas 52 minutos. De esta manera, el tercer sembrado se adjudicó el último boleto a cuartos de final del Masters 1000 de Miami (Estados Unidos).
El helvético fue consciente de la demora que se proodujo en los demás partidos, los cuales lo obligaron a salir a la cancha pasada la maedianoche del país norteameicano. Por eso, sin dudarlo puso todo su juego en los servicios, con los que conquistó más de un 85% frente a un rival que no hizo mal las cosas, pero que jamás estuvo cerca de igualar ese nivel de porcentaje.
Sin embargo, la diferencia simplemente se produjo en la efectividad de Roger, quien aprovechó el único break point que se le presentó para quebrar y así adueñarse luego de la manga. En el segundo la intensidad del tenista de Basilea aumentó, al punto que se colocó 4-0 arriba rápidamente, por lo que a partir de ahí fue cuestión de mantenerse firme a la hora de sacar, para terminar cerrando el juego sin mayores complicaciones por un claro y contundente 6-1, que lo pone entre los ocho mejores de la competencia.
En cuartos, Federer se las verá con el francés Gilles Simon [25], un rival que siempre lo complica y que, sin ir más lejos, lo tuvo al borde de la eliminación en el Australian Open 2011, cuando el suizo debió revertir un marcador adverso de dos sets, en un partido válido por la segunda ronda del primer Grand Slam del año.
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