La idea de este viaje, planificado a continuación de Panamá era reunirnos con mi hermana Marce y su hijito José Ignacio, que estaban vacacionando allá desde hace unos días, descansar y comprar juntos y además arrancarnos por el día a Orlando, a Magic Kingdom especificamente, para que mi sobrino conociera la casa de Mickey (y la madre y la tía aprovecharan también de conocerla :) ).
Como ya habíamos estado antes, repetimos varios hitos, y nos ahorramos el recorrido turístco, sincerando la expectativa, reduciéndola solo a playa y compras, por lo que incluimos esta vez una visita al gigante outlet de Sawgrass Mills, aprovechando además que Marce había arrendado un auto, lo que unido a su conocimiento de la ciudad, nos facilitó mucho las cosas.
El item de alojamiento lo teníamos clarísimo, por la buena experiencia que tuvimos la vez anterior, decidimos por Four Points Miami Beach (www.fourpointsmiamibeach.com), por ubicación, con beach front incluido, conectividad y su impecable servicio de Concierge.
Los 5 días que estuvimos transcurrieron con total relajo, bajo un clima esplendoroso, pasé las mañanas en la playa, disfrutando de la vista y todo lo que allí acontece, que no es poco: bodas, practica de yoga y deporte y más deporte-
Terminada la jornada playera, nos reuniamos todos en el lobby para decidir donde ir: las alternativas Downtown, Ocean Drive o la zona de los grandes Outlets.
El dowtown es dato seguro, estacionando el auto en Bayside, nos dedicamos a recorrer ese centro comercial, y sus novedosas tiendas de ropa importada y algunos clásicos, como Bath and Body Works y GAP, a sus precios ultra convenientes.
Desde alli, despues de un almuerzo bien gringo en Hooters, incluyendo chicken wings, Coleslaw y palitos de apio, para ser un poco cínicos después de tanta fritanga, caminamos hacia Ross, donde nuevamente pudimos regodearnos con los vestidos Calvin Klein, desde 20 a 45 US, con que tengo para trabajar hasta que jubile.
Otro día tomamos el auto y con Marce al mando nos largamos a Sawgrass Mills (www.simon.com/mall/sawgrass-mills/map), distante a 35 minutos de la ciudad. Una vez programado el GPS y atravesando raudas el Florida Turnpike, llegamos al enorme mall, dejando el auto a cargo del Valet Parking.
El recorrido por el mall, como es tan grande no es fácil, y a eso hay que sumarle un papá y un sobrino de 4 años, de cuyo aburrimiento había que hacerse cargo ... afortunadamente para ello estaba Rain Forest, que también sirvió de asiento a nuestro almuerzo y como base de "planificación" de la jornada.
Nuevamente elegimos menu gringo, con más pollo fritop, mozarella sticks, y un par de Ceasar´s Salad para compartir y aliviar la conciencia.
Después de almorzar y planificar, cada una se retiró a recorrer la porción que más le interesaba; por mi parte puedo recomendar mis favoritos: Rayban corner (casi ningun modelo a mas de 100 US), Kipling, con una estupenda selección de Clearances, Mandrina Duck, con las más lindas maletas y Calvin Klein, donde compré mi chaqueta favorita, y todos los regalos de navidad.
Se que no recorrimos ni un 30% , pero tampoco era necesario, para compradores más profesionales, quizas convenga ir dos jornadas o quedarse en uno de los varios hoteles contiguos, para nosotros fue más que suficiente, retirandonos con un volumen de compras bastante digno antes del cierre.
Otro de nuestros favoritos de la ciudad, pero ya es South Beach, es un clásico de día y de noche : Lincoln Road, me encanta esa peatonal, rodeada de tiendas chiquitas y restaurantes con terraza, además de ser asiento a Ulta, otro de mis datos de compras de productos de belleza, habidos y por haber y a estupendos precios.
A un par de cuadras está situado otro favorito, ahora familiar, Espanola Way, que, diseñada en 1925 por el arquitecto de Miami Beach, Robert Taylor, transcurre como un coqueto sitio histórico, declarado como tal en 1979.
De día visitamos la Hosteria Romana, un restaurante italiano, muy bien atendido por un anfitrion argentino, muy simpatico, y una abuelita exquisita, que estaba preparando las berengenas para los exquisitos platos que disfutaríamos a continuación.
El menu, incluyó para todos Fetuccinis y Gnocci, servidos en el propio sartèn con unas salsas exquisitas y un Tiramisu, exquisito a juicio de todos los comensales.
De noche visité en la misma calle, con mi buena amiga Cristina - brasileña residente en SoBe, que conoci en el 2009 en Oia Santorini- Boteco, un rincón muy entretenido, donde sirven unas caipirinhas aprobadas por la nacional y carne Picanha de lujo, que no probé porque no como carne, tentandome con unas macaxieras que estaban muy buenas.
Fue una reunión muy entretenida, es increible encontrarnos despues de 4 años, y descubrir que la amistad está intacta y que el espiritu viajero que nos hizo encontrarnos y reencontranos, nos seguira juntando here, there or everywhere ... brindamos con esa seguridad, acompañadas de la música y la vibra fiestera que iba creciendo a medida que transcurría la hora. Next day: Magic Kingdom por el día.