El tema es que en los dos años que llevo viviendo aquí, nunca nunca nunca he sentido miedo (quitando los bichos). Nunca he presenciado una persecución de coches, ni he visto a nadie con pipa. Tampoco he visto a nadie con cara de malo como para que me hiciera sospechar que iba a cometer alguna maldad. No he visto ningún ajuste de cuentas, ningún secuestro ni ningún tiroteo. Y tampoco me lo ha contado nadie.Lo más heavy que me han contado es el robo de una bicicleta. Y sin duda el chorizo más descarado es el que está mangando cocos de las palmeras en la playa y los vende por 5 $ a los turistas. ¡Ese si que es un mangante!
Seguro que existen barrios como los de las pelis, donde los malos residen con sus parejas de malos y sus cachorros malos. Van al cole de los malos, al súper de los malos y al parque de los malos. Pero lo que os aseguro es que por aquí somos todos buenos, algunos más que otros, sí. Pero como mucho mangamos unas galletas en el súper o nos saltamos un semáforo. Así que, si puedo contribuir a la paz mental de los que estáis a puntito de echar el ancla por aquí, tranquis de verdad, que lo de Don Johnson era todo mentira. ¡Ojalá fuesen así los polis de Miami!
