Con el pasar del tiempo, Caine comenzó a ver la actuación como el medio que le serviría para alcanzar la fama que le ayudaría a dejar atrás el mundo en el que se vio inmerso durante su niñez. Sin embargo, él estaba consciente que para lograr dicha meta tendría que esforzarse a diario y cubrir algunas falencias provocadas por su educación incompleta. Y es que cuando este tenía 16 años, dejó la educación secundaria para buscar un trabajo y así ayudar a su familia. Durante los siguientes dos años, Caine trabajaría como mesero, conserje y asistente de cocinero, postergando inevitablemente su sueño de convertirse en actor. Luego de la Segunda Guerra Mundial, Caine intentó hacer carrera en el ejército por lo que en 1951 se enlistó en el Regimiento Queens Royal, y posteriormente sirvió en Alemania y Corea. En 1953, luego de completar el Servicio Militar, trabajaría en dos compañías de teatro y conocería a su primera esposa, Patricia Haines. Una vez casado, Michael y Patricia se mudaron a Londres para perseguir una carrera en la actuación. Sería durante este periodo que Maurice Micklewhite cambiaría su nombre a Michael Caine, cuyo origen sería la cinta “The Caine Mutiny” (1954).
Durante 1955, Caine y su esposa tuvieron que sortear algunos problemas económicos, los cuales se acrecentaron cuando nació la primera hija de ambos, Dominique. Esto sumado a la deteriorada relación matrimonial de Caine, terminaron por separar a la pareja tras dos años y medio de matrimonio. Con un gran sentimiento de culpa y sin ningún centavo, Michael regresó a la casa de sus padres. Como su padre se encontraba postrado debido a algunos problemas en su columna, Caine tuvo que tomar un trabajo en una fábrica de acero. Desafortunadamente, su padre falleció al poco tiempo después, tras lo cual Michael se mudó a Paris donde trabajó un tiempo como mesero. A su regreso a Londres, Caine encontró un telegrama que había sido enviado por su agente, en el cual le comunicaba que le había conseguido un trabajo. Dicho trabajo era un rol en la cinta “A Hill in Korea” (1956). Lamentablemente el film pasó desapercibido, por lo que Caine optó por despedir a su agente y trabajar durante un tiempo en el teatro. Durante los cuatro años siguientes, Michael obtuvo pequeños roles en varias series de televisión y algunos papeles como extra en un par de largometrajes. Pese a que a finales de los cincuenta Caine comenzó a obtener mejores roles en el teatro y la televisión gracias a su actuación en obras como “Long, Short and Tall”, de todas formas sería arrestado por el no pago de la pensión alimenticia de su hija.
Ya durante la década de los sesenta, la carrera del actor comenzaría a ir en franco ascenso. Una noche tras finalizar una de las funciones de la obra “Next Time I´ll Sing to You”, Stanley Baker, una de las más grandes estrella del cine británico de la época, le contó a Caine acerca de un papel en la cinta “Zulu” (1964). El actor obtendría el rol de Gronville Bromhead en dicho film, el cual le permitiría demostrar su estampa y su talento a un mayor número de personas. Tras haber firmado un contrato por siete años con la Embassy Pictures, Caine comenzó a prepararse para participar en “The Ipcress File” (1965), una cinta de espías que intentaba aprovechar el éxito de las cintas de James Bond, la cual además marcaría la primera ocasión en la que Caine interpretaría al espía Harry Palmer (personaje que encarnaría en cinco ocasiones). Cuando el director Lewis Gilbert vio el trabajo del actor en “The Ipcress File”, le ofreció el rol protagónico en el film “Alfie” (1966). Ese mismo año, Caine participaría en tres cintas más (“Gambit”, “Funeral in Berlin” y “The Wrong Box”), las cuales obtendrían distintos resultados de taquilla. Sería la nominación al Oscar por su rol en “Alfie” el que terminaría estableciendo al actor como una de las grandes estrellas del cine británico.
Durante el resto de la década del sesenta, Caine participó en nueve cintas más, siempre interpretando roles con distintos matices los cuales le permitieron demostrar su versatilidad como actor. Entre las películas más destacadas de este periodo se encuentran “Hurry Sundown” (1967), “The Italian Job” (1969) y “The Battle of Britain” (1969). También firmó un contrato por dos películas con la 20th Century Fox, las cuales lamentablemente tuvieron pésimos resultados de taquilla; estas serían “Deadfall” (1968) y “The Magus” (1968). Tras filmar en Austria el drama bélico “The Last Valley” (1970), Caine comenzó a albergar el deseo de convertirse en productor. Este deseo se convertiría en realidad cuando junto a un amigo llamado Michael Klinger, compraron los derechos de una novela titulada “Jacks Return Home”, la cual posteriormente se convertiría en “Get Carter” (1971). Lamentablemente para Caine, la cinta fue ampliamente criticada por su excesiva violencia, la cual se caracterizó por su marcado realismo. La próxima cinta del actor, “Kidnapped” (1971), sería el único trabajo que Caine haría sin goce de sueldo. A su regreso a Londres, el actor comenzó a sentir los estragos causados por el exceso de trabajo, por su creciente afición por el alcohol, y por los más de 80 cigarrillos que fumaba al día.
A sabiendas del delicado estado físico y mental en el que se encontraba, Caine se fue un tiempo al campo para descansar del frenético estilo de vida que estaba llevando. Alguien que cumpliría un rol importante en la rehabilitación del actor sería Tony Curtis, quien lo ayudaría a dejar el cigarrillo. Sin embargo, Caine seguía consumiendo a lo menos tres botellas de vodka al día. En cierta ocasión, mientras se encontraba tomando un café con un amigo, vio un comercial en el que aparecía una hermosa muchacha brasileña. Caine, quien quedó embelesado por la belleza de aquella mujer, se propuso conocerla sin importar como. Esa misma noche, el actor se enteró que la joven se llamaba Shakira Baksh, y que en realidad era india y no brasileña. Pese a que la muchacha se negó en un principio a tener una cita con Caine, fue la insistencia de este último lo que finalmente la convenció a aceptar su invitación. Tras filmar la cinta “Pulp” (1972), Caine se mudó junto a Shakira a su departamento en Londres. Por primera vez en mucho tiempo, el actor sintió que su vida era perfecta. Para mejorar aún más la situación, Caine recibió una invitación para co-protagonizar con Laurence Olivier el film “Sleuth” (1972). Al año siguiente, Caine contraería matrimonio con Shakira Baksh, quien a los pocos meses daría a luz a la segunda hija del actor, Natasha.
Durante la segunda mitad de los setenta, Caine seguiría cimentando su fama de actor versátil. Además de trabajar en la comedia de misterio “Peeper” (1975), también participaría en el drama “The Romantic English Women” (1975), del director Joseph Losey. Mientras Caine se encontraba junto a su esposa disfrutando de una tardía luna de miel en Paris, este recibió un llamado del director John Huston, por el cual el actor sentía una marcada admiración. Huston le ofrecería un rol en la cinta “The Man Who Would Be King” (1975), la cual sería rodada en Marruecos. Tras participar en el film bélico “The Eagle Has Landed” (1976), el actor tendría un cameo en el clásico “A Bridge Too Far” (1977). En 1978, debido a la gran cantidad de dinero que estaba perdiendo a causa de los impuestos, Caine y su esposa decidieron mudarse a Los Ángeles, donde rápidamente consiguió un rol en la cinta “The Swarm” (1978). En su próxima cinta, “California Suite” (1978), el actor interpretaría por primera vez a un homosexual, lo que le valdría el reconocimiento de la crítica. Lamentablemente para Caine, a principios de los ochenta sólo obtendría roles en cintas mediocres que obtuvieron pésimos resultados de taquilla.
Cuando parecía que la carrera de Caine se encontraba en franco descenso, esta pudo revitalizarse gracias al rol que el actor obtuvo en la cinta de Brian De Palma, “Dressed to Kill” (1980). Al año siguiente, el actor viajaría a Hungría para filmar el drama deportivo, “Escape to Victory” (1981), la cual tendría la particularidad de contar en el elenco con jugadores profesionales de fútbol. En 1983, Caine protagonizaría el drama “Educating Rita”, por el cual recibiría una nueva nominación al Oscar. El hecho de perder el Oscar al mejor actor a manos de Robert Duvall, provocó que Caine decidiera regresar a Inglaterra en 1984. Durante la segunda mitad de los ochenta, el actor participaría en cintas como “The Holcroft Covenant” (1985), “The Fourth Protocol” (1987), “Without a Clue” (1988) y “Hanna and Her Sisters” (1986), cuyo rol en esta última le valió el Oscar al mejor actor de reparto. En 1988, el escritor y director David Wickes le envío a Caine un guión que exponía una nueva e intrigante teoría acerca de la verdadera identidad de Jack el Destripador. En “Jack the Ripper” (1988), Caine interpretaría al detective a cargo de la investigación de los cruentos asesinatos ocurridos en el Londres del siglo XIX.
La década del noventa comenzaría para Caine con la miniserie “Jekyll & Hyde” (1990). Durante el resto de la década, el actor no obtendría roles demasiado interesantes, y generalmente interpretaría papeles secundarios. Su trabajo más destacado de este periodo sería en el film “The Cider House Rules” (1999), por el cual obtendría su segundo Oscar al mejor actor de reparto. En los últimos diez años, Caine ha interpretado una serie de roles secundarios en varias cintas comercialmente exitosas como por ejemplo “Miss Congeniality” (2000), “Children of Men” (2006), “The Prestige” (2006) y “The Dark Knight” (2008), entre otras. Además ha interpretado un par de roles protagónicos en los films “Secondhand Lions” (2003), “Flawless” (2007) y “Harry Brown” (2009), lo que ha servido para reafirmar su calidad como actor. El hecho de que en el último tiempo se hayan filmado una buena cantidad de remakes de cintas protagonizadas por Caine (“Italian Job”, “Get Carter”, “Alfie” y “Sleuth”), ha provocado un renovado interés por la filmografía del actor. Además de su carrera como actor, Caine se ha dedicado constantemente a alimentar sus hobbies, entre los que se encuentran la literatura, la jardinería y la gastronomía (de hecho, el actor es dueño de seis restaurantes). Con más de 80 películas a su haber y una carrera marcada por las dificultades y un constante espíritu de superación, Michael Caine se instala como uno de los mejores actores británicos de todos los tiempos, quien afortunadamente parece tener pila para rato. Esperemos que siga iluminando la pantalla con sus espléndidas actuaciones por muchos años más.
por Fantomas.