Michael Fassbender interpretará al héroe mitológico irlandés Cuchulain

Está claro que Michael Fassbender es uno de los talentos más en alza de los últimos años en el mundo del cine. Y, a mi parecer, uno de los aspectos que le ha dado esta ubicuidad no es otro que su increíble versatilidad. En los últimos tiempos le hemos visto hacer de superhéroe maldito en X-Men, de psicoanalista de principios del s.XX, de héroe de la literatura del XIX, etc.

Y ahora, por si todo esto fuera poco, él mismo se ha lanzado a desarrollar su propio proyecto en el que quiere dar vida a Cuchulain, uno de los héroes del Ciclo del Ulster, una de las cuatro ramas de la mitología irlandesa.

El guión lo está escribiendo Ronan Bennet, aunque de momento no hay noticias sobre quién dirigirá. De todas formas, la financiación está ya en proceso, así que si aseguran esto, no creo que les lleve mucho tiempo encontrar un buen director.

Lo que está claro es que este año va a ser tan movidito para Fassbender como 2011 o más. Aquí ya podemos ver esa obra maestra del cine moderno que es Shame y, el próximo verano podremos verle en Prometheus de la mano de Ridley Scott.

Para los que no estéis familiarizados con el tema, después del salto os dejo un extracto del artículo de Wikipedia:

Es el personaje más famoso de la epopeya irlandesa. Algunas versiones de su leyenda pretenden que es hijo del propio dios Lug. De verdadero nombre Setanta (donde reconocemos el nombre británico del camino), obtiene su sobrenombre de Cu-Chulainn (perro de Culann) después de matar al perro de los ulates, Culann, y prometer que lo reemplazaría como protector. Su furia guerrera es tal que es capaz de contorsiones inverosímiles, con las cuales deforma completamente su cuerpo, lo que acentúa su aspecto sobrehumano y hace de él un ser ciclópeo. De su cabeza emana la “Luz de Héroe”, signo de los semidioses y de personajes inspirados por la divinidad.

Cuchulainn es un “héroe de luz”, un héroe civilizador, personificación de la sociedad a la que pertenece, pero a la que él confiere un carácter divino. Representa, también, una especie de culto solar masculino (no existe un dios solar entre los celtas).

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