El Diablo Sobre Ruedas, allá por 1971, fue la primera película de Steven Spielberg. De hecho fue una tv movie que asombró por su gran calidad. Nos mantiene pegados al sofá con un protagonista y un camión. Nos da la información justa para crear un duelo de 90 minutos lleno de altibajos emocionales y para que estemos encantados con esa tensión que produce la espera. “La violencia acallada”.
Micro Mayhem, de Stoopid Boody Stoodios, es justo la antítesis. También es un camión y un coche pero la acción es trepidante, una persecución ágil y vertiginosa. La cámara se mueve libre y el montaje ralentiza y acelera el ritmo para enseñarnos en detalle lo que quieren que veamos.
Nos movemos como volando en esta locura por donde ellos quieren y la planificación basada en cambios de foco y reencuadres es sencilla, eficaz y contundente. Una auténtica maravilla unida a una edición de audio que nos sumerge en la peli y acentúa la personalidad de los dos coches.
Por cierto, está rodado en stopmotion con una minicámara y los coches son Micro Machines. Poco más que decir.
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