La indicación clásica de la fecundación in vitro fue la obstrucción tubárica.
Las
mejoras actuales en los resultados de la microcirugía tubárica han hecho
replantearse este enfoque y volver a un tratamiento etiológico en vez de puentear el
problema, actitud médicamente mucho más sensata que el lucrativo negocio de la
fecundación in vitro. Está contribuyendo a esta vuelta el estancamiento del éxito de las técnicas
de reproducción asistida, según indica el informe del Centers for Disease Control and Prevention de
Estados Unidos. Breve resumen en Observatorio de Bioética.