Micrófono abierto

“Dame lo mejor de ti”

Jueves por la tarde, a pesar del frío parece que es la misma primavera de principios de año. Nos encontramos en aquel pequeño salón intentando seguir una melodía conocida mientras se entona lo mejor posible una canción, con el único fin de ver que esas malditas rallas que aparecen en la televisión se pongan de color rojo, preferiblemente acompañadas de una pequeña estrella dorada. En un momento dado conseguimos que se relaje del todo y cante, me habían dicho que lo hacía bien aunque eso siempre lo he escuchado de otras personas que al final se han quedado en “mas chulería y apariencia” que “voz”, cosa que al fin de cuentas se supone que debe tener un cantante.

De repente suena la canción y no puedo evitar quedarme mirándole con los ojos abiertos… Aquel chico con esa sonrisa tímida tenía una voz privilegiada, una voz que si bien para algunos no fue suficiente… Demuestra que tiene mucho más talento que otros. Mas tarde, al hablar con el amigo que nos presentó me quedé pensando en el factor “suerte”. Bien es cierto que cantantes hay muchos, demasiados, un por ciento son malos pero se quieren comer el mundo, otro tanto por ciento son buenos pero que pasan sin pena ni gloria, otros son muy buenos pero no se lo creen y muy pocos brillas con estrella propia. Sin embargo la mayoría que consigue llegar alto en este país son mediocres, con una voz normal salvando muy pocos casos. En este país se adora las canciones pop con letras sin sentido acompañadas de voces ñoñas, los niños que aspiran a ser próximos Bisbales, todos ellos cortados por el mismo patrón. Las buenas voces no se aprecian, lo que se desea es el pack completo, porque al fin de cuentas todo es marketing.

Aún me acuerdo cuando me presenté a una prueba y al terminar no me pudieron decir nada malo, simplemente que no daba el perfil pero que lo siguiera intentando. Debí sentirme afortunada porque todos los demás salieron llorando, pero el caso es que lo que recuerdo de aquello es de las risas en la espera con una amiga y de otras personas que conocimos en nuestra aventura. Eso si, cogieron a la chica que iba de negro ceñida a más no poder con un sombrerito a la moda y que no sabía ni entonar. Aquello me dio una ligera idea de lo que se quiere hoy en día.

Desde entonces hago lo que quiero. Me cansé de guitarristas con afán de protagonismo, grupos que después de 5 meses componiendo y escribiendo letras te ponen punto y final sin venir a cuento y otras tantas cosas por el estilo… He dado conciertos, he compuesto y he cantado desde boleros, pop, pasando por soul o gospel. Y ahora me dedico a grabar videos, a subirlos, a grabar con otros cantantes y a pasármelo bien.

Si, siempre me están diciendo que por qué no aspiro más pero a pesar de que la música es algo que me llena muchísimo, no vivo de sueños aunque eso no quita para que siga disfrutando de ella siempre que puedo o me lo permiten.