Micropilotes para todo

Desde estudiante recuerdo que hablar de micropilotes en clase de construcción y descubrir su infinidad de usos, hablar de ellos era como hablar de una navaja suiza. ¿Realmente es así? Lo que he podido ir aprendiendo a lo largo de mi corta experiencia es que mayormente si, pero hay que tener en cuenta los tipos según su ejecución, para que realmente sirvan para hacer una contención (como una pantalla) , buscar el apoyo de una cimentación (como cimentación profunda), para hacer recalces de estructuras…

¿Con que herramientas jugamos? 

A través de fabricantes o instaladores como Piresa podemos conocer los tipos de sistemas de inyección, que van a trabajar de forma diferente con el terreno:

• IU – micropilotes ejecutados en una única inyección, en una sola fase. Trabajaremos con estos cuando existan rocas o suelos cohesivos y granulares. ¿Cómo puede ser que necesite cimentación profunda si existe roca o suelo cohesivo? Estudiando el tipo de terreno y la sección del mismo, aportará distintos extractos que habrá que considerar, y puede darse esta situación.
• IR – micropilotes reinyectados hasta dos veces, a través de tubos, generalmente con válvulas antiretorno. Estos pilotes de inyección repetitiva se suelen instalar en terrenos de roca blanda y fisurada, con compacidad media o materiales granulares gruesos.
• IRS – micropilotes reinyectados más de dos veces, desde el interior de la tubería de la armadura. Estos micropilotes de inyección repetitiva y selectiva se recurre cuando se necesita una inyección controlada, en suelos cohesivos, los de baja o media consistencia y especialmente cuando se desea ejecutar un bulbo.

Aunque a lo largo de la historia de la construcción se han empleado micropilotes de madera y acero, si queremos “ir a lo seguro” lo habitual es emplearlos de hormigón armado. Existen dos tipos fundamentalmente.

La armadura tubular debe de cumplir con la norma UNE EN 10210 en tubos de grano fino no aleado, hechos en caliente y la norma UNE EN 10219 para los conformados en frio. Es habitual que en obras auxiliares o donde no desempeñen una función resistente prolongada se reutilicen perfiles procedentes de sondeos o campañas petroliferas, etc. prohibidos en obras permantentes.

En los micropilotes con armadura constituida por barras corrugadas de acero ya podemos seguir la EHE, o la Instrucción de Hormigón Estructural y el Pliego de prescripciones técnicas generales para obras de carreteras y puentes PG-3.

Los cementos a utilizar tendrán como mínimo una clase resistente de al menos 42,5 N, y podrá estar combinado con adiciones o aditivos para según el ambiente en el que se vierta. Un proceso de vertido adecuado marca generalmente el correcto funcionamiento del micropilote. En casos de trabajos a compresión (o tracción), asegurar en toda su longitud el recubrimiento de la armadura, ya se trate de barras o de tubería, es la clave para el correcto rozamiento del fuste del micropilote con el terreno circundante.

detalle de encepado sobre micropilotes

El cálculo de los micropilotes requiere el conocimiento previo de los esfuerzos actuantes, transmitidos por la estructura a cimentar o recalzar, por el macizo de terreno a estabilizar, etc. Lo relativo a situaciones de proyecto, acciones y características del terreno, deberá abordarse de conformidad con lo especificado en la Guía de cimentaciones en obras de carretera, teniendo en cuenta los fallos de estabilidad global, de capacidad de soporte del terreno y socavación de cimientos ( estados límite últimos) y estados límite de servicio.

Con estos datos y consejos de los instaladores y fabricantes se puede uno hacer la idea de cómo combinar el sistema de micropilotes para las funciones que comentabamos arriba, bien apoyados en terreno firme profundo para “levantar” el punto de apoyo de una cimentación, bien colocados muy juntos y hacer una pantalla para una posterior excavación, etc.