Por mucho que se diga que Microsoft ya no es la misma de siempre, no dejan de ser puras patrañas. El slogan "Microsoft ama a Linux" no es más que una vil mentira. Microsoft no ama a Linux ni al software libre, los detesta, tanto que ni siquiera es capaz de dejar tranquilo a Linux y seguir con lo suyo, Microsoft es incapaz de coexistir con Linux, pero no puede destruir así sin más algo que es libre. ¿Cómo puedes destruir algo así? Extorsionando a las empresas que hacen uso de él, imponiéndoles altísimos costes que las saquen del negocio o desistan y usen sus productos: patentes.
Al hablar de Linux, también nos estamos refiriendo a Android, ya que Microsoft pone sus garras en cualquier producto que tenga un kernel Linux bajo el capó. Ya recientemente hemos visto como Xiaomi firmó un acuerdo de patentes con Microsoft, patentes que según acaba de revelar Reuters, no sirven para nada; Xiaomi pagó muchísimo dinero por ellas, y a cambio deberá pre-instalar malware de Microsoft en futuros teléfonos y actualizaciones de software. Con Windows Phone casi oficialmente muerto, el chantaje es lo único que Microsoft tiene para seguir generando ingresos en el móvil.
A decir verdad, no es la primera vez que Microsoft extorsiona a empresas tecnológicas chinas con sus patentes. Un buen ejemplo ocurrió hace 3 años con ZTE firmando un acuerdo de patentes Microsoft, dirigida en ese entonces por el infame Steve Ballmer. El gobierno chino —más precisamente el MOFCOM: el Ministerio de Comercio de la República Popular China— se indignó tanto con los cobros de Microsoft que en venganza decidió publicar una lista secreta con las patentes anti-Android que Microsoft usa para extorsionar a compañías en China.
Xiaomi podrá ser la última en entrar al bolsillo de Microsoft, pero el premio mayor va a ser sin duda Huawei, gigante chino que en los últimos años ha logrado convertirse en uno de los mayores y más dominantes fabricantes de dispositivos Android, crecimiento que casi todo el mundo ha notado (aunque reportes del portal Tech Rights sugieren que Huawei sigue resistiendo tenazmente la invasión). El mensaje es claro: estas empresas deben hacer lo que Microsoft ordene o asumir costosos litigios que las sacarían del negocio. Al final terminan convirtiéndose en empresas títere de Microsoft.
El anuncio oficial del acuerdo con Xiaomi, que con la palabrería de Microsoft nos lo pintan muy bonito, reza lo siguiente:
Microsoft Corp. y Xiaomi Inc. han expandido su alianza global para brindar una innovadora experiencia de usuario en dispositivos móviles. Como parte del acuerdo, Xiaomi incluirá Microsoft Office y Skype en sus teléfonos y tabletas con Android. Como resultado, diez millones de consumidores y clientes empresariales en China, la India y en todo el mundo tendrán una nueva forma de trabajar, colaborar y comunicarse. Esta nueva colaboración entre [nuestras] compañías incluye también un acuerdo de licenciamiento y transferencia de patentes.
Microsoft sigue diciéndonos que ama a Linux... ¿Y todavía hay alguien creyéndoles? Vamos, ni siquira los de marketing en Microsoft son tan ingenuos. Hace poco hicieron que Canonical les ayude a implementar la terminal de Ubuntu en Windows 10, ¿ha hecho Microsoft algo para devolver el favor? Probablemente no lo haga. Microsoft es un escorpión que no puede cruzar sólo el río, que aprovechará la ocasión para subirse al lomo de una tortuga para cruzar, y que tarde o temprano acabará picándola.
[vía Tech Rights]