Ahora que se va perfilando un mes de mayo y junio del techno pop en Madrid (visitas de The Human League y O.M.D. el 5 de mayo y 14 de junio respectivamente), vamos a proceder al análisis de algo de la carrera en solitario de una de las figuras clave dentro del techno pop británico de los años 80. Nuestro invitado de hoy es líder precisamente de una de las formaciones que se han reunido no hace mucho tiempo tras años y años de retiro y que son básicamente los que faltarían para que uniéndose a los Human League y a los O.M.D. dieran lugar a un triplete histórico del género de gira en nuestro país.
Me estoy refiriendo (hay que ver; comienzo el post como si no hubieran leído el título del mismo…) al cantante y guitarrista de los Ultravox de los años 80, el grandísimo (aunque no de estatura) Midge Ure.
Ultravox ya han hecho acto de presencia en el tiempo que llevamos de blog en 2 ocasiones. Una fue en nuestros primeros días con su último disco “U-Vox” y la 2ª y última no fue hace mucho, de la mano de su obra “Lament” de 1984. No obstante, el que fuera su vocalista en sus años de más éxito, Midge Ure, inició en su día una carrera paralela en solitario, la cual se mantuvo después de que el grupo se disolviera allá por 1986. Desde hace ya unos meses tenía pensado hablarles de algún disco en solitario de Midge, quien ha editado hasta la fecha 5 lps en solitario.
Me he decantado por “Answers To Nothing” de 1988. El disco que de alguna forma continuó el trabajo que Midge había estado realizando en Ultravox los 7 años previos y que estimo cogió a Midge en sus días de mayor actividad e inspiración, al haber editado en esos días algún single tan glorioso como fue “Call of the wild”. Mis dudas he tenido entre elegir este álbum o por el contrario su disco de debut en solitario, que fue aquel “The Gift” de 1985, que contaba en sus filas con un número 1 de la talla de “If I was”.
Sigo la trayectoria de Ultravox desde hace más o menos una década, siendo este grupo uno de los que comencé a seguir o, mejor dicho, a inspeccionar su discografía e historia a raíz del tantas veces mencionado programa “So 80’s” que emitía la cadena Vh1 a comienzos de este milenio, al que estaba enganchado diariamente. Un día de aquellos en los que más dinero me dejaba en discos, recuerdo que Fnac vi un recopilatorio de Midge Ure en solitario, de título “If I Was”, con una portada con una foto en tonos rojos suya al precio de 6 euros. Me dio por hacer el experimento de comprármelo y he de confesarles que fue un gran acierto. Recuerdo que en aquella remesa me compré discos como “Duke” e “Invisible Touch” de Genesis, “His ‘N’ Hers” de Pulp, “Californication” de Red Hot Chili Peppers y “Pablo Honey” de Radiohead, aparte de la entrada para el concierto de los Red Hot Chili Peppers el 27 de enero de 2003 en el Palacio Vistalegre; como sacarán en conclusión, aquella tarde de viernes me dejé una pasta gansa entre unas cosas y otras.
Centrémonos. En aquel recopilatorio, la canción que más me llamó la atención fue la que da el título al disco de hoy. A la hora de repasar y comentar el disco, hablaré a fondo de ella. A la postre, cuando estuve durante 7 meses trabajando en la gran empresa de grandes almacenes de España entre septiembre de 2003 y abril de 2004, hice barrido por todos los centros del país en el catálogo stock para hacerme con varios discos difíciles de hallar. Y en ese proceso de búsqueda fue donde me pude hacer con el disco de debut de Midge “The Gift” y el ítem que hoy comentamos, el cuál les advierto es difícil de encontrar en las tiendas y no sé si en los sistemas de música en streaming será fácil de localizar o si estará colgado (que algunos seguidores me advierten sobre ello, y la verdad es que lo desconozco, porque no utilizo estos sistemas para escuchar música). Veamos sin más preludio qué era lo que Midge Ure nos proponía en su 2º disco en solitario.
No se puede empezar mejor un disco. En este caso la apertura la otorga la canción que concede el título a la obra. Creo que ya les he reseñado alguna vez que esta canción “Answers to nothing” me tuvo obsesionado allá por finales de otoño de 2002 cuando me compré aquel recopilatorio de la extinta discográfica Disky. Y es que esta canción llama la atención por ese comienzo latente sobre una leve pero imprescindible base de misteriosos teclados, sobre la que Midge labra una letra con cierta crítica social en la misma estupenda. Después de la parte central de alto contenido de percusión, el tema termina por estallar, con unos teclados más personales e intensos y con Midge alcanzando su registro vocal más épico. Una joya, comúnmente desconocida por la gente, que contó con la colaboración de lujo del bajista Mark King (“pulgar-relámpago” de los Level 42). El clip que se grabó, está muy acorde con los tintes de la canción, siendo muy oscuro en luces (algo casi como la foto de la portada del álbum), con un rodaje de travelling continuo de gente entonando la canción y Midge de cuando en cuando saliendo entre los mismos. A ratos, aportaría que es mi canción favorita de Midge en solitario. “Take me home” recuerdo que también estaba en aquel recopilatorio primigenio en los días en los que atentaba con culturizarme sobre Midge y sus pasos por su cuenta. Es un tema relajado, inofensivo, para nada malo, pero que tiene poca emoción respecto al tema de inicio y otros momentos que nos vamos a ir encontrando. No es manca la otra colaboración de lujo del disco (aparte de la ya mencionada de Mark King de los Level 42) que supone “Sister and brother” con mi querida Kate Bush. Este dueto con Midge es cierto que no llega a la altura del betún al otro gran dúo vocal de Kate en su historia con el maestro Peter Gabriel en “Don’t give up”. No obstante, hay que decir que este tema tiene un enfoque distinto a “Don’t give up”, siendo un tema mucho más agrio y menos sentimental, con un sonido más oscuro, pero que no deja de resultar interesante. Kate y Midge se muestran a ratos desgarradores al micrófono y en todo caso no deja de resultar como una anécdota curiosa o un ítem exótico dentro del disco y de la trayectoria de Midge; cada uno en su terreno, Midge y Kate son piezas muy interesantes de la música pop británica. Otro gran momento del disco lo supone “Dear god”. Especialmente recomendable resulta una versión en directo de otro recopilatorio (también de Disky) que me compré de título “No regrets”, que incluía otros singles que no tenía “If I Was” (aunque había puntos comunes) y varios temas en directo. Midge lanza sus plegarias al viento, dirigiéndose a esa deidad, denunciando parte de las injusticias que hay en este mundo. Buen tema, aunque quizás algunos critiquen que su letra está algo manida, lleno de una envoltura instrumental muy emocional, con su momento incluido para algún que otro solo de guitarra para disfrute de Ure. “Dear god” se trata igualmente de uno de los singles de la obra. “The leaving (so long)” es un tema relajado, con una instrumentación a mitad de camino entre lo hogareño y lo inocente, que confecciona un bonito medio tiempo, dejando de lado la épica que Midge ha empleado en parte en “Dear god” o “Sister and brother”, retornando a un sonido y sentido muy parecido a “Take me home”. “Just for you” tiene un enfoque más guitarrero, pero de fondo, ya que en la parte principal de la producción están los teclados y sintetizadores. Resulta muy recomendable la versión en directo que existe en el recopilatorio “No Regrets (The Best Of Midge Ure)” que he mencionado antes, donde la canción adopta un enfoque rockero claro, dejando de lado la electrónica, rozando una épica y gancho brutal, mucho mejor que el resultado de estudio aquí presentado. Midge en la letra demuestra que “simplemente por ti” es capaz de armarla buena. Termina de sopetón, quizás algo mal rematada, cosa que en directo no sucede. “Hell to heaven” también aparecía en aquel “If I Was” con el que me inicié en Midge y hay que decir que es una canción algo rimbombante y saltarina, de ritmo complicado, que tiene una buena parte en lo que a su puente al estribillo se refiere cuando dice aquello de “estoy echando una mano…”, al menos para mi gusto. “Hell to heaven” tiene un carácter a ratos muy ampuloso y destacable por su rabia y furia momentánea que muestra por algunos segundos.Una pista que no estaba en ninguna de los 2 ítems recopilatorios de Midge que me compré antes de iniciar la ardua tarea de hacerme con sus discos de estudio en solitario (“Pure” me fue imposible conseguirlo en original, por cierto), es “Lied” y es de las grandes joyas ocultas del disco. Se trata de uno de esos momentos de gran rabia y fuerza de Midge, cargada de una buena dosis de emotividad, no solo en la interpretación de Midge, sino también en las notas de su melodía en las partes de su estribillo. Ya desde su inicio destaca la latente base de percusión que nos hace intuir que la canción irá subiendo de intensidad. Muy bonita resulta la delicada “Homeland”, suponiendo el momento más calmado de la obra, pero que para nada resulta tediosa, sino todo lo contrario, ya que es bastante satisfactorio escucharla, si puede ser en solitario y en un respetuoso silencio y clima relajado. Para terminar el disco se presenta “Remembrance day”, que a ratos resulta muy parecida a “Hell to heaven” en ciertos compases, de la que se diferencia en ese estribillo de tanta potencia, con esa famosa frase “observa al mismo tiempo que comienza a caer la lluvia”, sentencia que aparece en el lateral del frontal de la edición en cd que tengo. No es de mis preferidas y creo que el disco debería haberse rubricado quizás mejor con “Homeland”, pero sus motivos tendría Midge para finalizar de esta forma. En la edición remasterizada se incluyen 4 bonus tracks, incluyendo la versión single de “Sister and brother” (que aporta más bien poco a la que ya figura en el disco; en mi caso es el final real del cd) y las composiciones instrumentales “Honorare”, “Oboe” y “Music #1”, las cuales son reminiscentes de ciertas caras b que ya editaba Ultravox en su etapa con Ure al frente, al estilo de “Dreams” o “Overlook”. “Honorare” resulta muy misteriosa con sus diferentes sonidos y sus teclados fantasiosos, con unos resultones efectos de lejanía. Podría ser la banda sonora perfecta para por ejemplo visitar “La cueva de los verdes” de la isla de Lanzarote (si alguien lee esto y hace la prueba, que me lo comente). “Oboe” tiene un sonido más grave, partiendo de la base del instrumento del que toma su título. “Music #1” es más enérgica que las 2 anteriores, más rotunda y contundente. Particularmente, me quedo con “Honorare”.
“Answers To Nothing” vino a continuar la tradición de relativo éxito de Midge Ure. En aquellos días, no pudo lógicamente competir con “The Joshua Tree” de U2 y otros fenómenos del momento como Pet Shop Boys o Depeche Mode. No obstante, este trabajo sí que permitió que el por entonces ex-líder de Ultravox se mantuviera activo y con una cierta presencia en el panorama musical británico. La inercia provocada por sus anteriores triunfos en solitario con los singles “No regrets”, “If I was” y “Call of the wild” propició que este disco fuera bien recibido, y con justicia, ya que estimo que puede tratarse del mejor disco en solitario de Midge.
“Pure” de comienzos de los 90 mantuvo el tipo, sobre todo gracias a “Cold, cold heart”, pero supuso un retroceso tanto de apoyo en los medios promocionales, como por parte de la crítica. Ya se sabe que los 90 fueron poco amables con los artistas que despuntaron en los 80, en muchos casos. Sin embargo, contra todo pronóstico, a mitad de década y gracias a una campaña publicitaria de una marca de relojes, Midge volvió a anotarse un gran éxito a nivel internacional de la mano de “Breathe”. Sin embargo, el disco al que pertenece no es que se trate de un trabajo excesivamente reluciente. Es mucho más moderado y calmado, y falto de la intensidad que hemos encontrado en el ítem revisado y propuesto hoy; no obstante, no confundirse: es un disco igualmente aprovechable, pero con otro ánimo.
En definitiva hay que apuntar que los mejores discos de Midge fueron en todo caso “The Gift” y “Answers To Nothing”, que es el que hemos revisado esta semana. “Pure” es bueno, muy pasable, de verdad, pero tiene un toque menos entrañable que cualquiera de sus 2 predecesores. “Answers To Nothing” puede considerarse un disco de 7,5 sobre 10. Un notable solvente, que no aspira a más por ciertos temas que quizás son muy parecidos entre sí, creando una ligera sensación de relleno, pero que por otro lado le mantiene la nota el hecho de que incluya canciones tan buenas como la propia “Answers to nothing” o “Dear god”. Merece la pena emplear unos minutos en su escucha. Midge y Ultravox, creo que sobra decirlo porque son uno de mis esferas y entornos musicales favoritos, volverán al blog.
Como siempre, terminamos con la radio. Vía Twitter hace un par de días comenté que el audio del programa de Kraftwerk ya lo tienen disponible para descargárselo o escucharlo en el reproductor del lateral derecho del blog; figura como “Dmr 2-17”. Decir que el hecho de que el programa de Morrissey no sonara en RUAH el miércoles fue accidental y debido a un fallo desconocido interno de nuestra radio. En los próximos días dispondrán en nuestro rincón de la web de &radio del planning de programación de esta semana (ya saben, en &radio emitimos todos los lunes, martes y miércoles a las 23.00h) y en todo caso, el miércoles, tanto en &radio, como en RUAH les tengo preparada una sorpresa. Un programa especial de los nuestros. Permanezcan atentos al blog en los próximos días…