Revista Cultura y Ocio
Como decía a principios de año, otra mítica banda australiana que edita trabajo en 2022 serán Midnight Oil que han editado el pasado 18 de febrero Resist. La formación volvió en 2017, después de un largo parón, en un emocionante concierto en el pub Salinas de Sidney, un sitio legendario. En medio de aquel concierto, su líder Peter Garrett dijo "Furia, furia contra la muerte de la luz", nunca olvidemos lo reivindicativa que esta banda, su ecologismo y su implicación en el cuidado de la Tierra. Agotaron entradas en 77 conciertos de 16 países en una gira llamada Great Circle Tour, recorriendo Europa y haciendo un concierto memorable en la zona despoblada de Australia, y como final volvieron al estudio, editando nuevo material en 18 años, aquel disco fue The Makarrata project, a la vez que fallecía su bajista original Bones Hillman en 2020, pero este es el primer disco de estudio en condiciones desde el parón del grupo allá por 2002, cuando Peter Garret su líder quería desarrollar su carrera política en las filas del Partido Laborista Australiano, donde fue elegido diputado en 2004, para luego ser Ministro de Medio Ambiente en 2007 y Ministro de Educación en 2010.Ahora vienen 12 nuevos temas en Resist, del que ya tuvimos dos adelantos y el que me tiene volada la cabeza es el segundo, Tarkine, un medio tiempo soberbio, en el que siguen denunciando tala indiscriminada de árboles y demás ataques al planeta. El primero era Rising seas, otro gran tema donde la vena rockera sale más a la luz, aunque el comienzo es tranquilo y cuya letra habla de la crisis climática de forma implacable. Más tarde vino At the time of writing, quizás el más incisivo y rockero musicalmente hablando donde la banda demuestra un estado de forma brutal con su vídeo tocado en directo en su estudio. También tuvimos We resist donde siguen expresando la urgente necesidad de tomar conciencia en torno a la crisis climática y el colapso ecológico, pero no solo se anclan en señalar los daños producidos por el hombre y dan ideas acerca de lo que puede hacerse para contrarrestar los efectos de nuestra propia irresponsabilidad ecológica, mientras musicalmente es un tema lento de melodía al piano que va teniendo un lento crescendo. Lost at sea es de mis temas favoritos del trabajo con un bajo muy destacado en toda la canción, mientras Garret lleva la manija con su siempre destacable voz, dentro de un ritmo que de menos a más. To the ends of the earth sigue con su reivindicación de que nos vamos cargando el planeta y nos encaminamos hacia su final, en un medio tiempo de aire más bien acústico. Ahora tenemos Reef, otro tema reivindicativo acerca del daño que hacemos en los mares y arrecifes, y que musicalmente tiene una base de folk-rock en un muy buen tramo hasta que entra el solo de guitarra brutal y termina de manera rockera, para acabar en el tono del inicio.
Os dejo con Reef.