Muchas veces olvidamos que, para avanzar, tenemos que dar pasos y más pasos conscientes aunque lo único que hacemos es avanzar sin más.
Leyendo y desarrollando contenido para el siguiente seminario que impartiré a finales de Septiembre, me doy cuenta de que, como mujeres (madres, trabajadoras, estudiantes, parejas, amigas…) nos conocemos poco y que poco hacemos por conocernos. Tenemos un instinto al que ya no sabemos como resucitar porque nos hemos dejado llevar por las circunstancias, la familia y la vida que nos ha tocado vivir. Posiblemente en la adolescencia, hemos querido recuperar parte de ella aunque, una vez “descontroladas”, llenas de preguntas y descubrimientos, hemos tenido que volver “al camino” y ser parte de las normas establecidas y de la sociedad que nos acoge como trajes todo hechos por igual.


