Muchas veces no hacemos ciertas cosas que nos hace ilusión por miedo al fracaso. Miedo al que dirán, a no conseguir un reto.
Al principio puede ser normal pero luego uno se sienta a pensar y es una tontería como un piano dejar de hacer algo por miedo a fracasar.
No intentar algo ya es en sí un fracaso. La sensación que se tiene cuando se piensa: "que hubiera pasado si al final lo hubiese intentado". Pues posiblemente lo que hubiese pasado es que lo hubieses conseguido.
Somos personas con un cuerpo casi perfecto. Un cuerpo que nos puede llevar a sitios y situaciones que jamás nos imaginaríamos.
Ahora con pruebas de moda como la maratón, ironman, ..., nos empezamos a conocer mejor, empezamos a darnos cuenta que si entrenamos al cuerpo podemos conseguir lo que queramos.
Algunos dicen que es una locura ponerse de reto estas carreras porque el cuerpo no está preparado para esto. Está preparado para todo siempre y cuando lo cuidemos.
Ahora vivimos en una sociedad muy cómoda llena de tecnología, pero muchos años atrás seguro que el hombre vivía de la fuerza y resistencia de su cuerpo. No creo que lo comida les lloviese del cielo ni que se trasladasen en coche para recorrer miles de kilómetros. Tendrían que ponerse al límite para sobrevivir.
Nosotros, en las carreras, vemos que el esfuerzo es grande pero en ellas no nos falta de nada (excepto en algunas). Nos dan comida, agua, bebida isotónica, en la maratón avituallamiento cada 5 kilómetros.
Tenemos un cuerpo casi perfecto que nos puede llevar a conseguir lo que queramos. ¿Por qué no atrevernos?, ¿por qué tener miedo?. La satisfacción de conseguir algo importante es increíble y la sensación que se te queda cuando no lo intentas es asquerosa.
El cuerpo es el físico y la mente la verdadera locomotora.
Las dos se pueden entrenar.
Busca un reto, mentalízate, entrena y si te caes te puedes levantar. Te levantas con más fuerza si cabe. Así es imposible fallar.
Hay que intentarlo siempre, porque el intentarlo es lo que hará que todo sea diferente.