Revista En Femenino
Últimamente, por mi trabajo, dedico bastante tiempo a buscar y clasificar frases inspiradoras, con base en el espíritu de superación. Son citas de personajes ilustres que arengan al individuo para que no decaiga el ánimo, para que se motiven buscando el éxito. He de decir que me cuesta mucho identificarme con la mayoría de ellas... Y es que la lucha por el triunfo nunca ha sido el motor de mi energía, si no más bien el miedo al fracaso.
Puede que por eso mi perfil difiera del de una triunfadora, pero lo cierto es que desde tengo consciencia del concepto de obligación siempre me han guiado dos preceptos: la ética kantiana del "deber por el deber"; es decir, que una ves que adquiero una responsabilidad hago lo que esté en mi mano para llevarlo a cabo, y, nuevamente, el miedo al fracaso.
Hay personas a las que el sabor del éxito les dirige con soltura en sus decisiones y su empeño. La ambición de lograr su sueño les hace superarse cada día y levantarse tras las caídas con energías renovadas. Son esas personas, que alimentan siempre que pueden la fe en sí mismos quienes están llamados a ser líderes y a ocupar la cima del podio. Yo no soy de esa estirpe. Soy de otra.
También hay quienes el miedo a lo desconocido, al riesgo, a caer, a sucumbir, les paraliza y les incapacita para seguir adelante, dejándolos arrugados en su caparazón. Tampoco soy de esos. A mí el temor a la derrota me convulsiona y me revuelve hasta la extenuación y me da fuerzas para hacer todo lo que sea capaz para evitar un descalabro...
Recuerdo como en plena adolescencia, días antes de un examen era capaz de estar sin dormir, de no comer, los nervios me cerraban el estómago y a la vez focalizaban mi mente en el objetivo y ese objetivo nunca era sacar la mejor nota, ni un sobresaliente... aunque luego lo sacase. El objetivo era no suspender. Y ya siempre ha sido así. Ante cada reto vital, mi metabolismo y mi cerebro se aúnan contra el fracaso, no a favor del éxito, que no es lo mismo, ni funciona de la misma manera... aunque funcione (a veces).
¿Y a vosotros? ¿qué os mueve? ¿qué es lo que os da energías para seguir o que es lo que os paraliza?