Revista Opinión

Mientras Desenredaba Mis Audífonos

Publicado el 20 septiembre 2018 por Carlosgu82

Y estaban ellos ahí, dando todo de sí, con la mirada repleta de esperanza, y una sonrisa, que transmitía plenitud, entereza y pasión. También yo estaba ahí, mas infeliz, a las cuatro o cinco de la tarde, recién saliendo del trabajo, con dirección a la parada de autobús.
La tarde caía, y un grupo de jóvenes actores, bailando, cantando y recitando sus diálogos, ensayaban para una obra, eran estudiantes como yo. Me tomaron por sorpresa, caminando, mientras desenredaba mis audífonos, una sonrisa brotó de mis labios, y mis ojos no podían dejar de contemplar aquel espectáculo, que parecía ser solo para mí. De pronto, el joven hombre que los dirigía, me hizo una seña con la mano y una sonrisa, y me miró como si encontrara algo en mis ojos, una conexión, me pidió acercarme un poco más, y los actores, comenzaron a hacerme parte de la escena, yo no sabía si estaban actuando, o estaban descansado, así que solo pude reír, y me dejé llevar por las preguntas que me hacían. Continuaron su ensayo, bailando y recitando sus diálogos, y no pude olvidar, la tez pálida y resplandeciente de aquella joven de pelo corto y castaño, envuelta en un overol y una blusa de rayas blancas y rojo, de tiernas y lindas facciones, que se movía con tal ligereza y audacia, que me hacía sonreír. Ella era plena, al igual que todos sus compañeros. A comparación de mí, con un hueco en el alma y una sonrisa fingida. Caí en la cuenta: tuvieron la valentía, la osadía, de estudiar lo que querían, de vivir al límite y dejar atrás el conformismo, aunque probablemente no serán los actores más exitosos o reconocidos del planeta o quién sabe tal vez sí…Tal vez los vea recogiendo premios en el futuro, en los grandes festivales de Cine del mundo.
De todo lo observado concluí: me cautivó saber que estaban ahí, en medio de la nada, cobrando vida, viviendo la felicidad de haber perseguido sus sueños, a pesar de las adversidades, y la falta de recursos. Y yo, con los dedos ocupados, desenredando mis audífonos, en vez, de estar haciendo esto, escribiendo.
Aún tengo miedo, pero estoy decidida a ser feliz.


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